Como un pastor, apacienta su rebaño: reúne a los corderos en sus brazos y los lleva en su regazo; con cuidado conduce a las ovejas con crías.
Lucas 17:2 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011 Mejor le fuera que le ataran al cuello una piedra de molino y que lo lanzaran al mar, antes que hacer tropezar a uno de estos pequeñitos. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Mejor le fuera que se le atase al cuello una piedra de molino y se le arrojase al mar, que hacer tropezar a uno de estos pequeñitos. Biblia Nueva Traducción Viviente Sería mejor que se arrojara al mar con una piedra de molino alrededor del cuello que hacer que uno de estos pequeños caiga en pecado. Biblia Católica (Latinoamericana) Mejor sería que lo arrojaran al mar con una piedra de molino atada al cuello, antes que hacer caer a uno de estos pequeños. La Biblia Textual 3a Edicion Más le vale que se le sea colgada al cuello una piedra de molino y sea lanzado° al mar, que escandalizar a uno de estos pequeños. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Más le convendría que le ataran alrededor del cuello una rueda de molino y lo arrojaran al mar, que escandalizar a uno solo de estos pequeños. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mejor le fuera si se le atase al cuello una piedra de molino, y se le lanzase en el mar, que hacer tropezar a uno de estos pequeñitos. |
Como un pastor, apacienta su rebaño: reúne a los corderos en sus brazos y los lleva en su regazo; con cuidado conduce a las ovejas con crías.
¡Oh espada! levántate contra mi pastor, el hombre encargado de mi rebaño –dice Yahweh de los Ejércitos. Golpea al pastor y que se dispersen las ovejas; y también volveré mi mano contra todos los pastorcitos.
Pero, para que no los ofendamos, ve al mar, echa el anzuelo, y el primer pez que pique, sácalo. Cuando le abras la boca, hallarás un siklo. Tómalo y dalo por mí y por ti.
“Miren, no desprecien a ninguno de estos pequeños, porque les digo que sus mensajeros en el cielo siempre ven el rostro de mi Padre que está en el cielo.
Así también, es la voluntad de su Padre que está en el cielo que no se pierda ni uno de estos pequeños.
A la verdad, el Hijo del Hombre se va, tal como está escrito de él. Pero ¡pobre de ese que va a traicionar al Hijo del Hombre! Mejor le fuera a ese hombre no haber nacido”.
Pero a cualquiera que haga tropezar a uno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que le ataran una gran piedra de molino al cuello y que lo echaran al mar.
Después de comer, Yahoshúa le dijo a Shimón Kefá: “Shimón hijo de Yojanán, ¿me amas tú más que éstos? Él le dijo: “Sí, Maestro; tú sabes que te quiero”. Yahoshúa le dijo: “Apacienta mis corderos”.
Pero yo nunca me he aprovechado de nada de esto, ni tampoco he escrito al respecto para que se haga así conmigo. Pues para mí sería mejor morir, antes que alguien me quite este motivo de orgullo.
Me hice débil para los débiles, para ganar a los débiles. A todos he llegado a ser todo, para que de todos modos salve a algunos.