Hamán entró, y el rey le preguntó: “¿Qué se debe hacer por un hombre a quien el rey desea honrar?” Hamán se dijo: “¿A quién más deseará honrar el rey, sino a mí?”
Lucas 16:3 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011 “Entonces el mayordomo se dijo a sí mismo: ‘¿Qué voy a hacer ahora que mi amo me quita la mayordomía? Cavar, no puedo; mendigar, me da vergüenza. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Entonces el mayordomo dijo para sí: ¿Qué haré? Porque mi amo me quita la mayordomía. Cavar, no puedo; mendigar, me da vergüenza. Biblia Nueva Traducción Viviente »El administrador pensó: “¿Y ahora qué haré? Mi jefe me ha despedido. No tengo fuerzas para cavar zanjas y soy demasiado orgulloso para mendigar. Biblia Católica (Latinoamericana) El administrador se dijo: '¿Qué voy a hacer ahora que mi patrón me despide de mi empleo? Para trabajar la tierra no tengo fuerzas, y pedir limosna me da vergüenza. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces el mayordomo dijo para sí: ¿Qué haré?,° porque mi amo me quita la mayordomía. Para cavar, no tengo fuerzas, y mendigar, me da vergüenza. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El administrador se dijo entonces para sí: '¿Qué voy a hacer, ahora que mi señor me quita la administración? Para cavar, ya no tengo fuerzas; pedir limosna, me da vergüenza. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces el mayordomo dijo dentro de sí: ¿Qué haré? Porque mi señor me quita la mayordomía. Cavar, no puedo; mendigar, me da vergüenza. |
Hamán entró, y el rey le preguntó: “¿Qué se debe hacer por un hombre a quien el rey desea honrar?” Hamán se dijo: “¿A quién más deseará honrar el rey, sino a mí?”
El perezoso desea, pero no tiene nada; el diligente festejará con ricos manjares.
El camino de un perezoso es como una verja de espinos, pero el sendero del recto está pavimentado.
En el invierno el perezoso no ara; al tiempo de la cosecha busca, y no encuentra nada.
¿Qué harán ustedes en el día del castigo, cuando venga de lejos la calamidad? ¿A quién huirán a pedir auxilio, y cómo salvarán sus cadáveres?
Los profetas profetizan con falsedad; y los sacerdotes dirigen por su propia cuenta; y a mi pueblo le gusta así. ¿Pero qué harán ustedes cuando llegue su fin?”
¿Qué van a hacer ustedes en cuanto a los días de fiesta, en cuanto a las festividades de Yahweh?
“Al llegar la noche, le dijo el dueño de la viña a su mayordomo: ‘Llama a los obreros y págales su salario, empezando por los últimos y terminando por los primeros’.
Entonces llegaron a Yerejó. Y cuando él iba saliendo de Yerejó junto con sus discípulos y una gran multitud, el ciego Bar-Timay, (hijo de Timay), estaba sentado junto al camino mendigando.
Y él cavilaba diciéndose a sí mismo: ‘¿Qué haré? Porque ya no tengo dónde almacenar mis productos’.
Él lo llamó y le dijo: ‘¿Qué es esto que oigo de ti? Dame cuentas de tu mayordomía, porque ya no podrás ser mayordomo’.
Y cierto pobre, llamado Elazar, estaba echado a su puerta, lleno de llagas,
“Sucedió que murió el pobre y los mensajeros lo llevaron al seno de Avraham. Murió también el rico, y lo sepultaron.
¡Ya sé lo que voy a hacer para que cuando me destituyan de la mayordomía, haya quienes me reciban en sus casas!’
Él no quiso por algún tiempo, pero después se dijo a sí mismo: ‘Aunque ni le temo a Elohim ni respeto al hombre,
Entonces los vecinos y los que antes lo habían visto que era un mendigo, preguntaban: “¿No es ése el que se sentaba a mendigar?”
En eso traían a cierto hombre, cojo de nacimiento, a quien ponían diariamente a la puerta del Templo llamada La Hermosa, para que pidiera limosna a los que entraban en el Templo.
Porque hemos oído que algunos andan desordenadamente entre ustedes, sin trabajar en nada, sino entrometiéndose en lo ajeno.