La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




Juan 9:1 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011

Al pasar adelante, vio a un hombre ciego de nacimiento,

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Al pasar Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

Mientras caminaba, Jesús vio a un hombre que era ciego de nacimiento.

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Al pasar, Jesús vio a un hombre que era ciego de nacimiento.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Y pasando, vio a un hombre ciego de nacimiento.

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Al pasar, vio a un ciego de nacimiento.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y pasando Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento.

Ver Capítulo
Otras versiones



Juan 9:1
12 Referencias Cruzadas  

Entonces se abrirán los ojos de los ciegos, y los oídos de los sordos se destaparán.


Y sucedió que dos ciegos que estaban sentados junto al camino, cuando oyeron que Yahoshúa pasaba, empezaron a gritar: “¡Maestro, ten compasión de nosotros, Hijo de Dawid!”


Mientras Yahoshúa salía de allí, lo seguían dos ciegos que clamaban a gritos y decían: “¡Ten misericordia de nosotros, hijo de Dawid!”


Yahoshúa le preguntó al padre: “¿Cuánto tiempo hace que le sucede eso?” Él dijo: “Desde niño”.


Y una mujer, que padecía de flujo de sangre desde hacía doce años (la cual, aunque había gastado todo su patrimonio en médicos, ninguno la pudo sanar),


Se encontraba allí cierto hombre que había estado enfermo durante treinta y ocho años.


Entonces cogieron piedras para tirárselas, pero Yahoshúa se ocultó y salió del Templo.


y sus discípulos le preguntaron: “Rabí, ¿por el pecado de quién nació ciego ese?”


En Listra se hallaba sentado cierto hombre impedido de los pies, cojo de nacimiento, que jamás había caminado.


Cuando los nativos vieron la serpiente colgada de su mano, se decían unos a otros: “¡Seguramente este hombre es homicida y, aunque se ha salvado del mar, la justicia no lo deja vivir!”


porque el hombre en quien se había hecho aquel milagro de curación tenía más de cuarenta años.


Allí encontró a cierto hombre llamado Eneas, que había estado postrado en cama por ocho años, porque estaba paralítico.