Vamos ahora a matarlo y echémoslo en uno de los hoyos; y podemos decir que una bestia salvaje lo devoró. ¡Veremos qué se hacen sus sueños!”
Juan 7:3 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011 Por eso, sus hermanos le dijeron: “Sal de aquí y vete a Yahudah, para que también tus discípulos vean las obras que haces. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 y le dijeron sus hermanos: Sal de aquí, y vete a Judea, para que también tus discípulos vean las obras que haces. Biblia Nueva Traducción Viviente y sus hermanos le dijeron: —¡Sal de aquí y vete a Judea, donde tus seguidores puedan ver tus milagros! Biblia Católica (Latinoamericana) Sus hermanos le dijeron: 'No te quedes aquí, vete a Judea para que tus discípulos de allí vean las obras que realizas. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces le dijeron sus hermanos: Sal de aquí y vete a Judea, para que también tus discípulos vean las obras que haces; Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dijéronle sus hermanos: 'Márchate de aquí y vete a Judea, para que también tus discípulos vean las obras que tú haces; Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces sus hermanos le dijeron: Sal de aquí, y vete a Judea, para que también tus discípulos vean las obras que haces. |
Vamos ahora a matarlo y echémoslo en uno de los hoyos; y podemos decir que una bestia salvaje lo devoró. ¡Veremos qué se hacen sus sueños!”
Porque aun tus parientes y la casa de tu padre te han traicionado; gritan detrás de ti como una turba. No les creas cuando te hablen cordialmente.
Mientras todavía le hablaba a la gente, su madre y sus hermanos se presentaron afuera, buscando hablar con él.
Cuando sus parientes lo supieron, fueron para echarle mano, porque decían que había perdido el juicio.
Entonces llegaron su madre y sus hermanos, y quedándose afuera mandaron a llamarlo.
En eso vinieron a verlo su madre y sus hermanos, pero no podían llegar hasta él a causa de la multitud.
Entonces le avisaron: “Tu madre y tus hermanos están afuera, y desean verte”.
Entonces, al oír esto, muchos de sus discípulos dijeron: “Esa declaración está fuerte; ¿quién la puede entender?
Desde entonces, muchos de sus discípulos se volvieron atrás, y ya no andaban con él.
Pero después que sus hermanos subieron a la Fiesta, entonces él también subió, no abiertamente sino en secreto.
Porque nadie que quiere darse a conocer hace algo en oculto. Ya que haces estas cosas, manifiéstate al mundo”.
Entonces Shimón Kefá se puso de pie junto con los Once, alzó la voz y se dirigió a ellos diciendo: “Varones yahuditas, y todos ustedes que habitan en Yerushaláyim, sepan bien esto y escuchen mis palabras.
Cuando Elyab, su hermano mayor, lo oyó hablar con los hombres, Elyab se enojó con Dawid y dijo: “¿Por qué bajaste acá, y con quién dejaste aquellas pocas ovejas en el desierto? Conozco tu imprudencia y tu impertinencia: ¡bajaste a mirar la pelea!”