¿Acaso consideran que esta Casa, que lleva mi nombre, es una cueva de ladrones? En cuanto a mí, yo he estado observando –declara Yahweh.
Juan 2:16 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011 A los que vendían palomas les dijo: “¡Quiten de aquí estas cosas y no hagan más de la casa de mi Padre una casa de mercado!” Más versionesBiblia Reina Valera 1960 y dijo a los que vendían palomas: Quitad de aquí esto, y no hagáis de la casa de mi Padre casa de mercado. Biblia Nueva Traducción Viviente Luego se dirigió a los que vendían palomas y les dijo: «Saquen todas esas cosas de aquí. ¡Dejen de convertir la casa de mi Padre en un mercado!». Biblia Católica (Latinoamericana) A los que vendían palomas les dijo: 'Saquen eso de aquí y no conviertan la Casa de mi Padre en un mercado. La Biblia Textual 3a Edicion y dijo a los que vendían las palomas: ¡Quitad esto de aquí, y no hagáis la Casa de mi Padre casa de mercado! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y a los que vendían palomas les dijo: 'Quitad esto de aquí; no hagáis de la casa de mi Padre una casa de comercio'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y dijo a los que vendían palomas: Quitad de aquí esto, y no hagáis de la casa de mi Padre una casa de mercado. |
¿Acaso consideran que esta Casa, que lleva mi nombre, es una cueva de ladrones? En cuanto a mí, yo he estado observando –declara Yahweh.
Entonces Yahoshúa entró en el Templo y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el templo. Volcó las mesas de los cambistas y los bancos de los que vendían palomas,
y les dijo: “Está escrito: Mi casa se llamará Casa de Oración, pero ustedes la han hecho cueva de ladrones”.
Pero [los invitados] no le hicieron caso y se fueron, uno a su campo, otro a su negocio;
Y se puso a reprocharlos diciendo: “¿Acaso no está escrito: ‘Mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones’? Pero ustedes la han convertido en cueva de ladrones”.
Entonces él les dijo: “¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que en los asuntos de mi Padre me es necesario estar?”
Mi Padre que me las ha dado, es mayor que todos; y nadie las puede arrebatar de las manos del Padre.
Y después de hacer un látigo de cuerdas, los echó a todos del Templo, junto con las ovejas y los bueyes. Desparramó el dinero de los cambistas y volcó las mesas.
Yahoshúa le dijo: “Suéltame, porque aún no he subido al Padre. Pero ve a mis hermanos y diles: “Yo subo a mi Padre y Padre de ustedes, a mi Elohim y Elohim de ustedes”.
Pero Yahoshúa les respondió: “Mi Padre hasta ahora trabaja; y yo también trabajo”.
Yahoshúa respondió: “Yo no tengo un demonio, sino que honro a mi Padre; pero ustedes me deshonran.
y necias rencillas entre hombres de mente corrompida y privados de la verdad, que tienen la piedad como fuente de ganancia.
Por avaricia harán mercadería de ustedes con palabras fingidas. Desde hace tiempo su condenación no se tarda, y su destrucción no se duerme.