Y el rey Malki-tsédeq de Salem sacó pan y vino; él era un sacerdote de 'El-Elyón el Poderoso Supremo.
2 Samuel 5:6 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011 El rey, con sus hombres, salió para Yerushalem contra los Yevusitas que habitaban en aquella región. Ellos le hablaron a Dawid diciendo: “¡Tú nunca entrarás acá! Hasta los ciegos y los cojos te harán volver”. –Ellos querían decir: Dawid nunca entrará aquí–. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Entonces marchó el rey con sus hombres a Jerusalén contra los jebuseos que moraban en aquella tierra; los cuales hablaron a David, diciendo: Tú no entrarás acá, pues aun los ciegos y los cojos te echarán (queriendo decir: David no puede entrar acá). Biblia Nueva Traducción Viviente Luego David guio a sus hombres a Jerusalén para pelear contra los jebuseos, los habitantes originarios de esa tierra, que vivían allí. Los jebuseos se mofaban de David: «¡Jamás entrarás aquí! ¡Hasta los ciegos y los cojos pueden impedir que ingreses!». Pues los jebuseos pensaban que estaban a salvo. Biblia Católica (Latinoamericana) El rey y sus hombres avanzaron sobre Jerusalén para atacar a los jebuseos que vivían por entonces en la región. Estos dijeron a David: 'Tú no entrarás aquí, aunque los ciegos y los cojos fueran los defensores'. La Biblia Textual 3a Edicion Y marchó el rey con sus hombres a Jerusalem contra los jebuseos que habitaban en aquella tierra, los cuales habían hablado a David diciendo: No podrás entrar acá, pues hasta los ciegos y los cojos te rechazarían gritando: ¡David no entrará acá! Biblia Serafín de Ausejo 1975 El rey y sus hombres se dirigieron a Jerusalén contra los jebuseos que habitaban en aquella tierra. Éstos habían desafiado a David en estos términos: 'No entrarás aquí; cojos y ciegos bastarán para rechazarte'. Como queriendo decir: no entrará David aquí. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el rey y sus hombres fueron a Jerusalén a los jebuseos que habitaban en la tierra; los cuales hablaron a David, diciendo: Tú no entrarás acá, a menos que eches a los ciegos y a los cojos (pensando: No entrará acá David). |
Y el rey Malki-tsédeq de Salem sacó pan y vino; él era un sacerdote de 'El-Elyón el Poderoso Supremo.
Un sólo hombre sabio prevalece contra una ciudad de guerreros y derriba su poderosa fortaleza.
Yo estoy contra ustedes, oh habitantes del valle, oh roca de la llanura –declara Yahweh– ustedes que dicen: ¿Quién puede marchar contra nosotros? ¿Quién puede meterse en nuestras viviendas?
Aun si ustedes derrotaran a todo el ejército de los kasditas que combaten contra ustedes, y quedaran de ellos sólo algunos hombres heridos en sus carpas, ésos se levantarían y le prenderían fuego a esta ciudad”.
Porque este Malki-Tsédek, rey de Shalem y sacerdote de 'El-Eliyón, salió al encuentro de Avraham que volvía de derrotar a los reyes, y lo bendijo.
De manera que el rey Adoni Tsédeq de Yerushalem le envió este mensaje al rey Hoham de Jevrón, al rey Piram de Yarmut, al rey Yafía de Lakhish, y al rey Devir de Eglón:
Pero los descendientes de Yahudah no pudieron desposeer a los yebuseos, los habitantes de Yerushalem; así que los yahuditas moran con los yebuseos en Yerushalem hasta el día de hoy.
Tselá, Élef, Yevús, o sea, Yerushalem, Guibat, y Qiryat: catorce pueblos con sus aldeas. Esa fue la porción de los binyaminitas, por sus clanes.
Los binyaminitas no desposeyeron a los habitantes Yevusitas de Yerushalem; de manera que los Yevusitas han habitado con los binyaminitas en Yerushalem hasta el día de hoy.
Los yahuditas atacaron a Yerushalem y la capturaron; la pasaron a espada y le prendieron fuego a la ciudad.