2 Samuel 22:7 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011 En mi angustia invoqué a Yahweh; llamé a mi Elohim; él oyó mi voz en su Templo, mi clamor llegó a sus oídos. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 En mi angustia invoqué a Jehová, Y clamé a mi Dios; Él oyó mi voz desde su templo, Y mi clamor llegó a sus oídos. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero en mi angustia, clamé al Señor; sí, clamé a Dios por ayuda. Él me oyó desde su santuario; mi clamor llegó a sus oídos. Biblia Católica (Latinoamericana) y en mi angustia clamé a Yavé,
le grité a mi Dios.
Mi grito llegó hasta su presencia,
desde su templo escuchó mi voz. La Biblia Textual 3a Edicion En mi angustia invoqué a YHVH, Sí, invoqué a mi Dios, y oyó mi voz desde su morada, Y mi clamor llegó a sus oídos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 En mi aprieto yo clamo al Señor, a mi Dios elevo el grito, y él escucha mi voz desde su templo mi clamor alcanza a sus oídos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) En mi angustia, invoqué a Jehová, y clamé a mi Dios; y Él oyó mi voz desde su templo; y llegó mi clamor a sus oídos. |
En mi angustia llamé a Yahweh, le pedí auxilio a mi Elohim; y él oyó mi voz desde su Templo; mi grito llegó hasta sus oídos.
Sólo una cosa le he pedido a Yahweh, y esto es lo que buscaré: vivir en la Casa de Yahweh todos los días de mi vida, para admirar la hermosura de Yahweh, y para frecuentar su Templo.
[Záyin] Este pobre clamó, y Yahweh lo oyó; y de todas sus angustias lo libró.
Y Yahweh continuó: “He notado bien los aprietos de mi pueblo en Mitsráyim y he prestado atención a su clamor a causa de sus capataces; sí, estoy al tanto de sus sufrimientos.
(2:5) Pensé que me habías arrojado lejos de tu vista: ¿volvería alguna vez a contemplar tu santo Templo?
(2:8) Cuando mi vida se me escapaba, me acordé de Yahweh; y mi oración vino delante de ti, a tu santo Templo.
¡Pero Yahweh está en su santa Morada –haga silencio ante él toda la tierra!
Y angustiado, oraba con mayor intensidad, de modo que su sudor era como grandes gotas de sangre que caían a tierra.
El Mashíaj, en los días de su vida mortal, ofreció ruegos y súplicas con fuerte clamor y lágrimas a Aquel que lo podía librar de la muerte, y él lo oyó por su devoción.
Miren cómo clama el jornal de los obreros que cosecharon sus campos, el que fraudulentamente ustedes han retenido. Y los clamores de los que cosecharon han llegado a los oídos de Yahweh de los Ejércitos.