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2 Samuel 13:34 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011

Entretanto Avshalom había escapado. El guardia de turno miró y vio que venía una gran multitud por el camino del oeste, por el lado de la colina.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Y Absalón huyó. Entre tanto, alzando sus ojos el joven que estaba de atalaya, miró, y he aquí mucha gente que venía por el camino a sus espaldas, del lado del monte.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Mientras tanto, Absalón escapó. En ese momento, el centinela que estaba sobre la muralla de Jerusalén vio a una multitud descendiendo de una colina por el camino desde el occidente. Entonces corrió y le dijo al rey: —Veo a una multitud que viene por el camino de Horonaim por la ladera de la colina.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

El joven que estaba de vigía divisó un grupo importante que bajaba por el camino de Bajurim, y fue a informar al rey: 'Vi unos hombres que bajan por el camino de Bajurim por la falda del cerro'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y Absalón huyó. Y el joven centinela alzó los ojos y miró, y he aquí que mucha gente venía por el camino de rodeo al costado del monte.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Y Absalón emprendió la huida. Cuando el centinela levantó la vista, divisó mucha gente que venía por el camino de Joronáin, por la ladera del monte. [Se fue, pues, el centinela a informar al rey y le dijo: 'He visto gente que baja por el camino de Joronáin, por la ladera del monte. ']

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Pero Absalón huyó. Entre tanto, alzando sus ojos el joven que estaba de atalaya, miró, y he aquí mucho pueblo que venía por el camino a sus espaldas, del lado de la montaña.

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Otras versiones



2 Samuel 13:34
6 Referencias Cruzadas  

Yonadav le dijo al rey: “¡Mire, han llegado los príncipes! Es tal como le había dicho su servidor.


Dawid estaba sentado entre las dos puertas. El centinela de la azotea de la puerta caminó hasta la muralla de la ciudad. Miró y vio a un hombre que corría solo.


Un hombre oprimido por culpa de sangre huirá al hoyo; que nadie lo apoye.


–¡Como si uno huyera de un león y fuera atacado por un oso; o como si entra en casa, apoya la mano en la pared y lo muerde una serpiente!