Así que me paré encima de él y lo ultimé, porque sabía que nunca se levantaría de donde yacía. Luego tomé la diadema de su cabeza y el brazalete de su brazo, y los he traído aquí a mi amo.
2 Samuel 1:9 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011 Entonces me dijo: “Párateme encima y ultímame, que estoy en agonía, y apenas me queda vida”. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Él me volvió a decir: Te ruego que te pongas sobre mí y me mates, porque se ha apoderado de mí la angustia; pues mi vida está aún toda en mí. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces me suplicó: “Ven aquí y sácame de mi sufrimiento, porque el dolor es terrible y quiero morir”. Biblia Católica (Latinoamericana) Me dijo: Acércate y dame muerte, todavía me quedan fuerzas pero siento que me voy a desmayar. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces me dijo: Ponte junto a mí y mátame ya, porque la agonía° se ha apoderado de mí, aunque mi vida está todavía en mí. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Díjome entonces: 'Acércate a mí y mátame. Se ha apoderado de mí un espasmo de muerte, pero todavía estoy lleno de vida'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y él me volvió a decir: Yo te ruego que te pongas sobre mí y me mates, porque se ha apoderado de mí la angustia, y mi vida aún está toda en mí. |
Así que me paré encima de él y lo ultimé, porque sabía que nunca se levantaría de donde yacía. Luego tomé la diadema de su cabeza y el brazalete de su brazo, y los he traído aquí a mi amo.
Shaúl le dijo a su escudero: “Saca tu espada y atraviésame con ella, no sea que vengan esos incircuncisos y hagan escante conmigo”. Pero su escudero, como tenía mucho miedo, se negó; entonces Shaúl tomó la espada y se dejó caer sobre ella.
En esos días los hombres buscarán la muerte, pero de ninguna manera la hallarán. Anhelarán morir, y la muerte huirá de ellos.
Él inmediatamente llamó a su asistente, su escudero, y le dijo: “Saca tu espada y mátame, para que no digan que una mujer me mató”. Así que su asistente lo atravesó, y murió.
Shaúl le dijo a su escudero: “Saca tu espada y atraviésame, para que no me atraviesen los incircuncisos y se burlen de mí”. Pero su escudero, por su gran respeto, se negó; entonces Shaúl agarró la espada y se lanzó sobre ella.