Y Joab envió a Tecoa y tomó de allá una mujer astuta, y le dijo: Finge ahora estar de luto, y ponte ropas de duelo y no te unjas con óleo, de modo que parezcas como una mujer que ha estado muchos días haciendo luto por un muerto.
Rut 3:3 - La Biblia Textual 3a Edicion Lávate pues, y úngete, y ponte tus mejores° vestidos, y baja a la era; pero no te des a conocer al hombre hasta que haya terminado de comer y beber. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Te lavarás, pues, y te ungirás, y vistiéndote tus vestidos, irás a la era; mas no te darás a conocer al varón hasta que él haya acabado de comer y de beber. Biblia Nueva Traducción Viviente Mira, haz lo que te digo. Báñate, perfúmate y vístete con tu ropa más linda. Después baja al campo de trillar, pero no dejes que Booz te vea hasta que termine de comer y de beber. Biblia Católica (Latinoamericana) Lávate, perfúmate, vístete lo mejor que puedas y vete a su era, pero no te dejes ver hasta que haya terminado de comer y beber. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Lávate, pues, y perfúmate; ponte tu manto y baja a la era. No te des a conocer a él antes de que haya terminado de comer y de beber. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Te lavarás pues, y te ungirás, y te pondrás tu vestido y bajarás a la era; pero no te darás a conocer al varón hasta que él haya acabado de comer y de beber. Biblia Traducción en Lenguaje Actual Báñate, perfúmate y ponte tu mejor vestido. Ve al campo donde está Booz trabajando, pero no lo dejes que te vea hasta que termine de comer y beber. |
Y Joab envió a Tecoa y tomó de allá una mujer astuta, y le dijo: Finge ahora estar de luto, y ponte ropas de duelo y no te unjas con óleo, de modo que parezcas como una mujer que ha estado muchos días haciendo luto por un muerto.
Al tercer día sucedió que Ester vistió sus atavíos reales, y se presentó en el patio interior de la casa del rey, frente a la cámara real, y el rey estaba sentado en su trono real, dentro de la cámara real, frente a la entrada del palacio.°
En todo tiempo sean blancas tus vestiduras, y nunca falte ungüento sobre tu cabeza.
Y el vino, que alegra el corazón del hombre; Y el aceite, que hace brillar su rostro, Y el alimento, que sustenta el corazón del hombre.
Ahora pues, aquel Booz, con cuyas criadas tú has estado, ¿no es pariente nuestro? He aquí que avienta la era de la cebada esta noche.
Y sucederá que cuando se acueste, te fijarás bien en el sitio donde se acuesta, e irás y alzarás la cubierta de sus pies, y te acostarás allí, para que él te diga lo que has de hacer.
Entonces David se levantó del suelo, se lavó, se ungió y cambió sus ropas, y entrando en la Casa de YHVH, se postró. Luego fue a su casa, y cuando pidió, le pusieron comida delante y comió.
Entonces te lavé con agua, te limpié la sangre de encima y te ungí con aceite.