Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, Y no abandones las enseñanzas de tu madre,
Proverbios 7:1 - La Biblia Textual 3a Edicion Hijo mío, guarda mis dichos, Y atesora mis mandamientos dentro de ti. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Hijo mío, guarda mis razones, Y atesora contigo mis mandamientos. Biblia Nueva Traducción Viviente Hijo mío, sigue mi consejo; atesora siempre mis mandatos. Biblia Católica (Latinoamericana) ¡Hijo mío, guarda mis palabras, conserva como cosa preciosa mis consejos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Hijo mío, conserva mis palabras y guarda en tu interior mis preceptos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Hijo mío, guarda mis palabras, y atesora contigo mis mandamientos. Biblia Traducción en Lenguaje Actual Querido jovencito, ten presente lo que te digo y obedece mis mandamientos. |
Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, Y no abandones las enseñanzas de tu madre,
Bienaventurado° el que lee y los que oyen las palabras de la profecía, y guardan las cosas en ella escritas, porque el tiempo está cerca.
Pero Él respondió: Antes bien, bienaventurados los que oyen la palabra de Dios y la obedecen.°
Pero me dice: ¡Mira, no! Soy consiervo tuyo, y de tus hermanos los profetas, y de los que guardan las palabras de este rollo. ¡Adora a Dios!
Respondió Jesús, y le dijo: Si alguno me ama, mi palabra guardará; y mi Padre lo amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.
Acordaos de la palabra que Yo os dije: Un siervo no es mayor que su señor.° Si a mí me persiguieron, también a vosotros os perseguirán; si guardaron mi palabra, también guardarán la vuestra.
Pero la que cae° en buena tierra, éstos son los que oyeron la palabra con corazón recto y bueno, y producen fruto con perseverancia.
Y la maldición, si no escucháis los mandamientos de YHVH vuestro Dios, y os apartáis del camino que yo os ordeno hoy para andar en pos de dioses ajenos que no habéis conocido.
Los sabios atesoran conocimiento, Pero la boca del necio es calamidad cercana.
Hijo mío, guarda el mandamiento de tu padre, Y no abandones la enseñanza de tu madre.
Ni considerará rescate alguno; No querrá perdonar aunque aumentes el soborno.