El negligente en su obra, Es hermano del disipador.
También el que es negligente en su trabajo Es hermano del hombre disipador.
El perezoso es tan malo como el que destruye cosas.
El que flojea en su trabajo es hermano del que demuele.
El que se muestra negligente en su trabajo es pariente próximo del que destruye.
También el que es negligente en su obra, es hermano del hombre disipador.
El vago y el destructor, ¡hasta parecen hermanos!
La mano negligente empobrece, Pero la mano de los diligentes enriquece.
que no seáis perezosos, sino imitadores de los que mediante la fe y la longanimidad heredan las promesas.
en cuanto a diligencia,° no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor;
Pero respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente, ¿sabías que cosecho donde no sembré y recojo donde no esparcí?
El que hurta a padre o madre, y dice que no es pecado, Es compañero del Destructor.
He llegado a ser hermano de chacales Y compañero de avestruces.
Las palabras del chismoso son manjares, Que penetran hasta el fondo de sus entrañas.
La pereza hace caer en sueño profundo: El alma ociosa pasará hambre.