El malvado hace caso al labio maldiciente, Y el mentiroso escucha la lengua detractora.
El malo está atento al labio inicuo; Y el mentiroso escucha la lengua detractora.
Los malhechores están ansiosos por escuchar el chisme; los mentirosos prestan suma atención a la calumnia.
El malvado escucha al mal consejero, el mentiroso le presta atención al que deforma.
El perverso da oídos al labio inicuo, el mentiroso atiende a la lengua mordaz.
El malhechor está atento a los labios falsos; y el mentiroso escucha a la lengua detractora.
El mentiroso le cree al mentiroso y el malvado le cree al malvado.
Ellos proceden del mundo, por eso hablan de parte del mundo, y el mundo los escucha.
Los que abandonan la Ley alaban al impío, Los que guardan la Ley rompen con ellos.
Que dicen a los videntes: No veáis, y a los profetas:° No profeticéis para nosotros cosas rectas, Decidnos cosas halagüeñas, ¡profetizad ilusiones!
Los profetas profetizan mentira y los sacerdotes gobiernan bajo su dirección,° Y mi pueblo así lo quiere. Pero, ¿qué haréis al final de ello?
Dios me ha entregado a los impíos, Y arrojado en manos del malvado.
El simple cree cualquier cosa, Pero el prudente mide bien sus pasos.