Por esto, yo también, no soportando más, envié a reconocer vuestra fe, no fuera que, de algún modo, os hubiera tentado° el que tienta, y que nuestro trabajo hubiera° sido en vano.
Mateo 4:3 - La Biblia Textual 3a Edicion Y llegando el tentador, le dijo: Ya que° eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan. Biblia Nueva Traducción Viviente En ese tiempo, el diablo se le acercó y le dijo: —Si eres el Hijo de Dios, di a estas piedras que se conviertan en pan. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces se le acercó el tentador y le dijo: 'Si eres Hijo de Dios, ordena que estas piedras se conviertan en pan. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El tentador se le acercó y le dijo: 'Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y vino a Él el tentador, y le dijo: Si eres el Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan. Biblia Traducción en Lenguaje Actual Entonces llegó el diablo para ponerle una trampa, y le dijo: —Si en verdad eres el Hijo de Dios, ordena que estas piedras se conviertan en pan. |
Por esto, yo también, no soportando más, envié a reconocer vuestra fe, no fuera que, de algún modo, os hubiera tentado° el que tienta, y que nuestro trabajo hubiera° sido en vano.
No temas lo que vas a padecer. He aquí que el diablo está a punto de echar en la cárcel a algunos° de vosotros, para que seáis probados, y tendréis una tribulación de diez días. Sé° fiel hasta la muerte, y Yo te daré la corona de la vida.
Y he aquí una voz de los cielos que decía: Este es mi Hijo, el amado, en quien me complací.°
que no haya ningún fornicario, o profano, como Esaú, que por una comida vendió su primogenitura.°
Y les decían los hijos de Israel: ¡Ojalá hubiéramos muerto por mano de YHVH en la tierra de Egipto, cuando nos sentábamos junto a la olla de carne, cuando comíamos pan a saciedad! ¡Nos habéis sacado a este desierto para matar de hambre a toda esta multitud!
Lo llevó entonces a Jerusalem, y lo puso en pie sobre el pináculo del templo, y le dijo: Ya que eres Hijo de Dios, échate de aquí abajo,
Entonces el diablo le dijo: Ya que eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan.
Y los que estaban en la barca° lo adoraron, diciendo: Verdaderamente Tú eres el Hijo de Dios.
Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios viviente.°
Pero Jesús callaba. Entonces el sumo sacerdote le dijo: ¡Te conjuro por el Dios° viviente que nos digas si tú eres el Mesías, el Hijo de Dios!
Y cuando los espíritus inmundos lo veían, caían ante Él, y gritaban diciendo: ¡Tú eres el Hijo de Dios!
y gritando a gran voz, dice: Jesús, ¿qué tienes que ver conmigo,° Hijo del Dios Altísimo? ¡Te conjuro por Dios que no me atormentes!
Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te hará sombra; por lo cual también lo nacido será llamado Santo, Hijo de Dios.
También salían demonios de muchos, vociferando y diciendo: ¡Tú eres el Hijo de Dios! Pero reprendiéndolos, no les permitía hablar estas cosas, porque sabían que Él era° el Mesías.
Entonces todos dijeron: ¿Así que tú eres el Hijo de Dios? Él les dijo: Vosotros decís° que Yo soy.°
Le respondió Natanael: ¡Rabbí, Tú eres el Hijo de Dios! ¡Tú eres el Rey de Israel!
Oyó Jesús que lo habían echado° fuera, y hallándolo, le dijo: ¿Crees tú en el Hijo del Hombre?°
pero éstas han sido escritas para que creáis que Jesús es el Ungido, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre.
Porque el Hijo de Dios, Jesús el Mesías, que por nosotros fue predicado entre vosotros; por mí, por Silvano y Timoteo,° no fue sí y no; sino que ha sido sí en Él.
y ya no vivo yo, sino que el Mesías vive en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, quien me amó, y se entregó a sí mismo por mí.
Por tanto, teniendo un gran Sumo Sacerdote que ha traspasado los cielos: Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión.
sin padre, sin madre, sin genealogía; que no tiene principio de días ni fin de vida, sino hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre.
el que practica° el pecado procede del diablo, pues el diablo peca° desde un principio. Para esto fue manifestado el Hijo de Dios: para que destruyera las obras del diablo.