pero el atrio del santuario déjalo fuera° y no lo midas, porque ha sido entregado a los gentiles, y ellos hollarán la ciudad santa° durante cuarenta y dos meses.
Mateo 27:53 - La Biblia Textual 3a Edicion y saliendo de los sepulcros después de la resurrección de Él, entraron en la santa ciudad y se aparecieron a muchos. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 y saliendo de los sepulcros, después de la resurrección de él, vinieron a la santa ciudad, y aparecieron a muchos. Biblia Nueva Traducción Viviente Salieron del cementerio luego de la resurrección de Jesús, entraron en la santa ciudad de Jerusalén y se aparecieron a mucha gente. Biblia Católica (Latinoamericana) Estas salieron de las sepulturas después de la resurrección de Jesús, fueron a la Ciudad Santa y se aparecieron a mucha gente. Biblia Serafín de Ausejo 1975 y saliendo de los sepulcros después que él resucitó, entraron en la Ciudad Santa y se aparecieron a muchos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y saliendo de los sepulcros, después de su resurrección, vinieron a la santa ciudad y aparecieron a muchos. Biblia Traducción en Lenguaje Actual Después de que Jesús resucitó, esas personas entraron en Jerusalén y mucha gente las vio. |
pero el atrio del santuario déjalo fuera° y no lo midas, porque ha sido entregado a los gentiles, y ellos hollarán la ciudad santa° durante cuarenta y dos meses.
Entonces el diablo lo lleva hasta la santa ciudad, lo puso en pie sobre el pináculo del templo,
Aunque os consideráis de la Ciudad Santa, Y os apoyáis en el Dios de Israel, cuyo nombre es YHVH Sebaot.
y si alguno quita de las palabras del rollo de esta profecía,° Dios quitará su parte del árbol de la vida y de la santa ciudad, de las cosas que han sido escritas en este rollo.
Y° vi que descendía del cielo, de Dios,° la ciudad° santa: Una nueva Jerusalem, dispuesta como una esposa ataviada para su esposo.°
Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar la transgresión y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos.
Habitaron los jefes del pueblo en Jerusalem, y el resto del pueblo echó suertes para que uno de cada diez habitara en Jerusalem, la ciudad santa, y los nueve restantes en las demás ciudades;