Me dije: De seguro me temerás y aceptarás corrección. Y no será destruida su morada° a pesar de todo lo que he decretado sobre ella. Pero ellos madrugaron para pervertir más sus acciones.
Mateo 21:37 - La Biblia Textual 3a Edicion Finalmente, les envió a su hijo, pensando: Respetarán a mi hijo. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Finalmente les envió su hijo, diciendo: Tendrán respeto a mi hijo. Biblia Nueva Traducción Viviente »Finalmente, el dueño envió a su propio hijo porque pensó: “Sin duda, respetarán a mi hijo”. Biblia Católica (Latinoamericana) Por último envió a su hijo, pensando: 'A mi hijo lo respetarán'. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Finalmente, les envió a su propio hijo, pensando: 'A mi hijo lo respetarán'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y a la postre les envió a su hijo, diciendo: Respetarán a mi hijo. Biblia Traducción en Lenguaje Actual Finalmente, el dueño envió a su hijo, porque pensó: “Esos hombres sí respetarán a mi hijo.” |
Me dije: De seguro me temerás y aceptarás corrección. Y no será destruida su morada° a pesar de todo lo que he decretado sobre ella. Pero ellos madrugaron para pervertir más sus acciones.
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo Unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Dijo entonces el señor de la viña: ¿Qué haré?° Enviaré a mi hijo amado, quizás a éste respetarán.
Aún tenía uno, un hijo amado, y lo envió de último a ellos, pensando: Respetarán a mi hijo.
Y he aquí una voz de los cielos que decía: Este es mi Hijo, el amado, en quien me complací.°
¿Qué más cabía hacer por mi viña que Yo no hubiera hecho? ¿Por qué, esperando que diera uvas, dio agrazones?
Nadie ha visto jamás a Dios; el Unigénito Dios,° que está en el seno del Padre, Él lo reveló.°
Quizá la casa de Judá escuche todo el mal que me propongo causarles, y cada cual pueda arrepentirse de su mal camino, y Yo pueda perdonarles sus iniquidades y sus pecados.
De nuevo envió a otros siervos, más que los primeros, y les hicieron igualmente.
Pero los labradores, viendo al hijo, dijeron entre sí: Éste es el heredero; ¡venid, matémoslo y poseamos su herencia!°