llenos del fruto de justicia, que es por medio de Jesús el Mesías, para gloria y alabanza de Dios.
Mateo 13:23 - La Biblia Textual 3a Edicion Pero el que fue sembrado en tierra buena, éste es el que oye y entiende la palabra; el que también da fruto, y produce cual a ciento por uno, cual a sesenta, y cual a treinta por uno. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Mas el que fue sembrado en buena tierra, este es el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce a ciento, a sesenta, y a treinta por uno. Biblia Nueva Traducción Viviente Las semillas que cayeron en la buena tierra representan a los que de verdad oyen y entienden la palabra de Dios, ¡y producen una cosecha treinta, sesenta y hasta cien veces más numerosa de lo que se había sembrado! Biblia Católica (Latinoamericana) La semilla que cayó en tierra buena, es aquel que oye la Palabra y la comprende. Este ciertamente dará fruto y producirá cien, sesenta o treinta veces más. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Lo sembrado en tierra buena representa al que oye la palabra, la entiende y da fruto, en unos al ciento por uno, en otros al sesenta o al treinta'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas el que fue sembrado en buena tierra, este es el que oye la palabra y la entiende, y lleva fruto; y lleva uno a ciento, y otro a sesenta, y otro a treinta por uno. Biblia Traducción en Lenguaje Actual »Finalmente, las semillas que cayeron en buena tierra representan a los que oyen el mensaje y lo entienden. Estos sí cambian sus vidas y hacen lo bueno. Son como esas semillas que produjeron espigas con cien, con sesenta, y hasta con treinta semillas.» |
llenos del fruto de justicia, que es por medio de Jesús el Mesías, para gloria y alabanza de Dios.
No me elegisteis vosotros a mí, sino que Yo os elegí y os puse para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca, para que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre, os lo dé.
Haced el árbol bueno y su fruto bueno, o haced el árbol malo y su fruto malo, porque por el fruto es conocido el árbol.°
Pero otras cayeron en tierra buena, y dieron fruto: una, ciertamente a ciento por uno,° otra a sesenta, y otra a treinta por uno.
el cual ha llegado° a vosotros, y así en todo el mundo está llevando fruto y creciendo como también en vosotros, desde el día que oísteis y conocisteis plenamente° la gracia de Dios en verdad;
pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento para que conozcamos al Verdadero,° y estamos en el Verdadero: en su Hijo Jesús el Mesías. Éste es el verdadero Dios, y la vida eterna.
Antes bien creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador, Jesús el Mesías. A Él sea la gloria ahora y hasta el día de la eternidad.°
para que andéis como es digno del Señor, con el fin de agradarle en todo,° dando fruto en toda buena obra y creciendo en el pleno° conocimiento de Dios;
Por lo cual éste es el pacto que haré con la casa de Israel Después de aquellos días, dice el Señor: Pondré° mis leyes en su mente, Y las escribiré en su corazón, Y les seré por Dios, y ellos me serán por pueblo.
Porque así como a ellos, también a nosotros se nos ha predicado la buena nueva; pero no les benefició la palabra de la predicación, por no ir acompañada de la fe por parte de los que la habían oído.
y con todo engaño de iniquidad para los que perecen: recompensa por no haber acogido el amor de la verdad para ser salvos.
Por lo demás, hermanos, os rogamos y exhortamos en el Señor Jesús, que de la manera que aprendisteis de nosotros cómo debéis comportaros y agradar a Dios (como ciertamente os comportáis),° así abundéis más y más.
No penséis° que busco la dádiva, sino que busco que abunde el fruto en vuestra cuenta.
Y el que provee semilla al que siembra, también proveerá pan para alimento,° y multiplicará vuestra semilla, y hará crecer los frutos de vuestra justicia;
Pero éstos eran de mente más abierta que los que estaban en Tesalónica, y recibieron la palabra con buena disposición, examinando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así.
Y estaba escuchando cierta mujer de nombre Lidia, de la ciudad de Tiatira, negociante en telas de púrpura, temerosa de Dios. Y el Señor le abrió el corazón para que estuviera atenta a lo que decía Pablo.
El que es de Dios, oye las palabras de Dios, por esto no oís vosotros, porque no sois de Dios.
Pero la que cae° en buena tierra, éstos son los que oyeron la palabra con corazón recto y bueno, y producen fruto con perseverancia.
De cierto os digo que quien no acoja el reino de Dios como un niño, de ningún modo entrará en él.°
Pero los que fueron sembrados en buena tierra son aquellos que oyen la palabra y la reciben, y dan fruto, uno a treinta, y uno a sesenta, y uno a ciento.°
Y ya está puesta el hacha a la raíz de los árboles, de modo que todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado al fuego.°
Os daré un corazón nuevo, y pondré un espíritu nuevo dentro de vosotros, y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.
¡Echad de vosotros todas vuestras transgresiones con que habéis pecado, y haceos un corazón nuevo y un espíritu renovado! ¿Por qué habréis de morir, oh casa de Israel?
Porque la tierra que bebe la lluvia que muchas veces viene sobre ella, y produce cosecha provechosa para aquellos por los cuales es cultivada, recibe bendición de Dios;
Y otra cayó en buena tierra, y habiendo crecido, dio° fruto a ciento por uno. Diciendo estas cosas, exclamaba: ¡El que tiene oídos para oír, oiga!