Él respondió y les dijo: Mi madre y mis hermanos son los que oyen la palabra de Dios y la practican.°
Mateo 12:50 - La Biblia Textual 3a Edicion Porque todo el que haga la voluntad de mi Padre celestial, ése es mi hermano y hermana, y madre. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ese es mi hermano, y hermana, y madre. Biblia Nueva Traducción Viviente Pues todo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo es mi hermano y mi hermana y mi madre». Biblia Católica (Latinoamericana) Tomen a cualquiera que cumpla la voluntad de mi Padre de los Cielos, y ése es para mí un hermano, una hermana o una madre. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Porque todo el que hace la voluntad de mi Padre, que está en los cielos, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo, ese es mi hermano, y hermana, y madre. Biblia Traducción en Lenguaje Actual —Estos son mi madre y mis hermanos. Porque cualquiera que obedece los mandamientos de mi Padre que está en el cielo, es en verdad mi madre, mi hermano y mi hermana. |
Él respondió y les dijo: Mi madre y mis hermanos son los que oyen la palabra de Dios y la practican.°
Cualquiera que hace la voluntad de Dios, ése es mi hermano y hermana, y madre.
Respondió Jesús, y les dijo: Ésta es la obra de Dios: que creáis en el que Él envió.
Jesús les dice: No temáis. Id, anunciad a mis hermanos que vayan a Galilea, y allí me verán.
Porque a los que antes escogió, también los predestinó a ser de la misma forma de la imagen de su Hijo, para que Él sea primogénito entre muchos hermanos;
Porque ésta es la voluntad de mi Padre: que todo el que ve al Hijo y cree en Él, tenga vida eterna, y Yo lo resucitaré en el día postrero.
Y el mundo está pasando, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.°
Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo, en cuanto lo hicisteis a uno de éstos, mis hermanos más pequeños, a mí me lo hicisteis.
a las ancianas, como a madres; a las más jóvenes, como a hermanas, con toda pureza.
para no vivir ya el tiempo restante en la carne, en las pasiones de los hombres, sino en la voluntad de Dios.
Porque° ni la circuncisión es algo, ni la incircuncisión, sino la nueva creación.
Jesús le dice: No me retengas, porque aún no he subido al Padre;° pero ve a mis hermanos y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios.
Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho° al árbol de la vida,° y entrar en la ciudad por las puertas.
donde no hay griego ni judío, circuncisión o incircuncisión, bárbaro, escita, esclavo o libre, sino que el Mesías es todo y en todos.
Porque en Jesús el Mesías ni la circuncisión vale° algo, ni la incircuncisión, sino la fe que obra por el amor.
Pues bien, Dios, pasando por alto esos tiempos de ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan;°
Estando él aún hablando, he aquí una nube° de luz los cubrió, y de la nube salió° una voz, diciendo: Éste es mi Hijo amado, en quien me he complacido;° a Él oíd.
Anunciaré tu Nombre a mis hermanos, En medio de la congregación te alabaré.°
y habiendo sido perfeccionado, vino a ser Autor de eterna salvación para todos los que le obedecen;
pues os celo con celo de Dios, porque os desposé con un solo marido para presentaros como una virgen pura al Mesías.
sino que anunciaba, primeramente a los que están en Damasco,° y también en Jerusalem,° y por toda la región de Judea, y a los gentiles, que se arrepintieran y se volvieran a Dios, haciendo obras dignas del arrepentimiento.
Entonces les responderá, diciendo: De cierto os digo: En cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco me lo hicisteis a mí.
¿Acaso no tenemos derecho de llevar° con nosotros una hermana como esposa, como también los otros apóstoles, y los hermanos del Señor, y Cefas?
Huerto cerrado eres, hermana mía, esposa mía, Fuente cerrada, manantial sellado.
Y extendiendo su mano sobre sus discípulos, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos.
Aquel mismo día, saliendo° Jesús de la casa, se sentó° a la orilla del mar.