Oíd, hermanos míos amados: ¿No escogió Dios a los pobres según° el mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que prometió a los que lo aman?
Marcos 4:3 - La Biblia Textual 3a Edicion Oíd: He aquí el sembrador salió a sembrar. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Oíd: He aquí, el sembrador salió a sembrar; Biblia Nueva Traducción Viviente «¡Escuchen! Un agricultor salió a sembrar. Biblia Católica (Latinoamericana) Escuchen esto: El sembrador salió a sembrar. Biblia Serafín de Ausejo 1975 'Escuchad: salió el sembrador a sembrar. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Oíd: He aquí, el sembrador salió a sembrar; Biblia Traducción en Lenguaje Actual «Escuchen bien esto: Un campesino salió a sembrar trigo. |
Oíd, hermanos míos amados: ¿No escogió Dios a los pobres según° el mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que prometió a los que lo aman?
Y cuando germinó el tallo y dio fruto, entonces apareció también la cizaña.
Ahora pues, oye Israel los estatutos y decretos que os enseño,° a fin de observarlos, para que viváis y entréis a tomar posesión de la tierra que YHVH, el Dios de vuestros padres, os da.
El que tiene oído, oiga qué dice el Espíritu a las iglesias. El que venza, no sufrirá daño de la muerte segunda.°
El que tiene oído, oiga qué dice el Espíritu a las iglesias. Al que venza, le daré a comer del árbol de la vida,° que está en° el paraíso de Dios.
Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó su voz, y les declaró: ¡Varones judíos y todos los que habitáis en Jerusalem: esto os sea notorio, y escuchad mis palabras!
Otra parábola les propuso, diciendo: El reino de los cielos es comparado a un hombre que sembró buena semilla en su campo.
Y les habló muchas cosas en parábolas, diciendo: He aquí el sembrador salió a sembrar.
Escuchadme, oh casa de Jacob, Remanente todo de la casa de Israel, Que desde el nacimiento sois cargados por mí, Llevados desde la matriz.
Por la mañana siembra tu semilla, Y a la tarde no dejes reposar tu mano, Porque no sabes qué es lo mejor, si esto o aquello, O si ambas cosas serán igualmente buenas.
Ahora pues, hijos, oídme, Porque los que guardan mis caminos son bienaventurados.
Oye, hija, y mira, y aplica tu oído, Olvida tu pueblo y la casa de tu padre,
Y les enseñaba muchas cosas por medio de parábolas; y en su enseñanza les decía:
Y al sembrar, aconteció que parte cayó junto al camino, y vinieron las aves° y la devoraron.