Cuando los hombres de Hai miraron detrás de sí, he aquí la humareda de la ciudad subía a los cielos, y no tuvieron posibilidad° de huir ni por un lado ni por otro, porque el pueblo que huía al desierto se había vuelto contra sus perseguidores.
Jueces 20:40 - La Biblia Textual 3a Edicion Pero cuando la humareda comenzó a subir de la ciudad, los de Benjamín miraron hacia atrás, y he aquí que de la ciudad subía el humo a los cielos. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Mas cuando la columna de humo comenzó a subir de la ciudad, los de Benjamín miraron hacia atrás; y he aquí que el humo de la ciudad subía al cielo. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero cuando los guerreros de Benjamín miraron hacia atrás y vieron el humo que se elevaba al cielo desde todos los rincones de la ciudad, Biblia Católica (Latinoamericana) De la ciudad se elevaba la señal de humo, y Benjamín, dándose vuelta, divisó la hoguera que subía a los cielos: toda la ciudad ardía en llamas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero entonces empezó a subir de la ciudad la señal, una columna de humo. Volviéronse los benjaminitas hacia atrás y pudieron contemplar cómo de toda la ciudad subía la humareda hacia el cielo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas cuando la llama comenzó a subir de la ciudad con una columna de humo, los benjamitas miraron hacia atrás; y he aquí que el fuego de la ciudad subía al cielo. |
Cuando los hombres de Hai miraron detrás de sí, he aquí la humareda de la ciudad subía a los cielos, y no tuvieron posibilidad° de huir ni por un lado ni por otro, porque el pueblo que huía al desierto se había vuelto contra sus perseguidores.
Y por segunda vez han dicho: ¡Aleluya! Y el humo de ella sube por los siglos de los siglos.°
Y haré prodigios en los cielos y en la tierra, Sangre y fuego, y columnas de humo.
Coro ¿Qué es lo que sube del desierto Como columnas de humo, Perfumado con mirra e incienso, Y con todos los aromas del mercader?
y oteando hacia el lado de Sodoma y Gomorra y hacia toda la región de la llanura, he aquí vio que subía de la tierra un humo, como la humareda de un horno.
Y he aquí que un anciano volvía al anochecer de su faena en el campo. El hombre era de la serranía de Efraín y se albergaba en Gabaa, pero las gentes del lugar eran benjamitas.