y hallándose en la condición de hombre, se humilló a sí mismo al hacerse obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
Jueces 16:30 - La Biblia Textual 3a Edicion Y exclamó Sansón: ¡Muera yo con los filisteos! Y empujando con fuerza, el templo cayó sobre los jefes y sobre toda la gente que estaba dentro. De modo que fueron más los que mató al morir que los que había matado en su vida. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y dijo Sansón: Muera yo con los filisteos. Entonces se inclinó con toda su fuerza, y cayó la casa sobre los principales, y sobre todo el pueblo que estaba en ella. Y los que mató al morir fueron muchos más que los que había matado durante su vida. Biblia Nueva Traducción Viviente y pidió en oración: «Déjame morir con los filisteos». Y el templo se derrumbó sobre los gobernantes filisteos y todos los demás presentes. De esa manera, Sansón mató más personas al morir, que las que había matado durante toda su vida. Biblia Católica (Latinoamericana) Luego Sansón exclamó: '¡Que muera yo con todos los filisteos!' Se estiró con todas sus fuerzas y se derrumbó el templo encima de los jefes y de todo el pueblo que estaba allí. Los que arrastró consigo a la muerte fueron más numerosos que aquellos a los que había dado muerte durante toda su vida. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y exclamó Sansón: '¡Muera yo con los filisteos!'. Empujó con fuerza y el edificio se desplomó sobre los príncipes y sobre toda la gente que en él había. Así causó más muertos al morir que los que había matado en vida. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y dijo Sansón: Muera yo con los filisteos. Y estribando con toda su fuerza, cayó la casa sobre los príncipes, y sobre todo el pueblo que estaba en ella. Y fueron muchos más los que de ellos mató al morir, que los que había matado en su vida. Biblia Traducción en Lenguaje Actual y gritó: «¡Que mueran conmigo los filisteos!» Luego empujó las columnas con todas sus fuerzas, y el templo se vino abajo sobre los jefes filisteos y sobre todos los que allí estaban. Sansón mató a más personas al morir, que las que había matado en toda su vida. |
y hallándose en la condición de hombre, se humilló a sí mismo al hacerse obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
Porque el que quiera salvar su vida, la perderá, pero el que pierda su vida por causa de mí, la hallará.°
Porque vosotros sabéis exactamente que el día del Señor viene así como un ladrón por la noche.°
y habiendo en ella desarmado completamente a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente en el desfile triunfal.°
porque a causa de la obra del Mesías estuvo al borde de la muerte, exponiendo su vida para completar lo que faltaba° en vuestro servicio por mí.
Y aunque soy derramado° como libación sobre el sacrificio y servicio de vuestra fe, me regocijo y comparto mi gozo con todos vosotros.
Pero Pablo respondió: ¿Qué hacéis llorando y quebrantándome el corazón? Porque no sólo estoy dispuesto a ser atado, sino también a morir en Jerusalem por el nombre de Jesús, el Mesías.
Pero por ningún motivo considero la vida valiosa para mí mismo,° con tal de acabar° mi carrera,° y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para proclamar solemnemente° el Evangelio de la gracia de Dios.
Pero el hombre no conoce su tiempo. Como los peces son atrapados en la malévola red y los pájaros caen en la trampa, así son atrapados los hombres en el tiempo malo, cuando ello les sobreviene de repente.
¿Hasta cuándo arremeteréis° todos juntos contra un hombre, Para derribarlo como pared desplomada o tapia ruinosa?
¿No es acaso la calamidad para el inicuo, Y el desastre para quienes obran injusticia?
Que el triunfo de los malvados es efímero, Y que la alegría del profano dura un instante?
Y pondré enemistad entre ti y la mujer, Y entre tu descendiente y su descendiente. Él° te aplastará la cabeza cuando tú hieras su calcañar.
Y hallando una quijada de asno aún fresca, extendió su mano, la tomó, y mató con ella a mil hombres.
Y sin piedad los hirió con gran mortandad.° Luego bajó y habitó en la hendidura° de la peña de Etam.
Entonces el Espíritu de YHVH lo invadió, de manera que bajó a Ascalón e hirió a treinta hombres de ellos, y tomando sus despojos, dio las mudas de vestidos a los que habían declarado el enigma. Luego, encendido en ira, subió a la casa de su padre,
Y palpando Sansón de los dos pilares centrales en que descansaba el templo, se apoyó en ellos, uno a su derecha, y otro a su izquierda.
Y bajaron sus hermanos con toda la casa de su padre, y levantándolo, lo llevaron y lo sepultaron entre Sora y Estaol, junto al sepulcro de Manoa su padre. Y había juzgado a Israel durante veinte años.