El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y Yo lo amaré, y me manifestaré a él.
Juan 14:23 - La Biblia Textual 3a Edicion Respondió Jesús, y le dijo: Si alguno me ama, mi palabra guardará; y mi Padre lo amará, y vendremos a él, y haremos morada con él. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él. Biblia Nueva Traducción Viviente Jesús contestó: —Todos los que me aman harán lo que yo diga. Mi Padre los amará, y vendremos para vivir con cada uno de ellos. Biblia Católica (Latinoamericana) Jesús le respondió: 'Si alguien me ama, guardará mis palabras, y mi Padre lo amará. Entonces vendremos a él para poner nuestra morada en él. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Jesús le contestó: 'Si uno me ama, guardará mi palabra, mi Padre lo amará y vendremos a él para fijar morada en él. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Respondió Jesús y le dijo: Si alguno me ama, mis palabras guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos con él morada. Biblia Traducción en Lenguaje Actual Jesús le contestó: —Si alguien me ama, también me obedece. Dios mi Padre lo amará, y vendremos a vivir con él. |
El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y Yo lo amaré, y me manifestaré a él.
Lo que vosotros oísteis desde un principio, permanezca en vosotros. Si lo que oísteis desde un principio permanece en vosotros, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre.
Hijitos, vosotros procedéis de Dios, y los habéis vencido, pues mayor es el que está en vosotros° que el que está en el mundo.
¿Y qué acuerdo entre el santuario de Dios y el de los ídolos? Porque nosotros somos° santuario del Dios viviente,° como dijo Dios: Habitaré entre ellos y entre ellos andaré; Y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.°
Porque así dice el Alto y Excelso, Morador eterno, cuyo nombre es Santo: Yo habito en la altura sagrada, Pero estoy con los de espíritu humilde y quebrantado, Para reanimar al de espíritu humilde y vivificar el corazón quebrantado.
El Espíritu de la Verdad, al cual el mundo no puede recibir, pues no lo ve ni lo conoce. Vosotros lo conocéis, porque mora con vosotros y estará en vosotros.°
Entonces dijo ’Elohim: Hagamos al hombre° a nuestra imagen,° conforme a nuestra semejanza, y ejerzan° dominio sobre los peces del mar, sobre las aves de los cielos, sobre el ganado, sobre toda la tierra, y sobre todo reptil que repta sobre la tierra.
Y no vi en ella santuario, porque el Señor Dios Todopoderoso y el Cordero, es el santuario de ella.
¡Vamos!, descendamos ya y confundamos allí su lengua para que nadie entienda el lenguaje de su compañero.
Y ya no habrá más maldición,° sino que el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán,
Oración de Moisés, varón de Dios. ¡Oh Adonay, Tú has sido nuestra morada° De generación en generación!
De cierto, de cierto os digo: Si alguno guarda mi palabra, de ningún modo verá muerte eterna.
Los judíos entonces le dijeron: Ahora sabemos que tienes demonio. Abraham murió, también los profetas; y tú dices: Si alguno guarda mi palabra, de ningún modo verá muerte eterna.
El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que oís no es mía, sino del Padre que me envió.
Si guardáis° mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; como Yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.
porque el Padre mismo os ama, pues vosotros me habéis amado y habéis creído que Yo salí de Dios.
para que habite el Mesías por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor,
pero el que obedece su palabra, en éste verdaderamente se ha perfeccionado el amor de Dios; por esto pues sabemos que estamos en Él.
pues éste es el amor de Dios: que° guardemos sus mandamientos,° y sus mandamientos no son gravosos.
Y éste es el amor: que sigamos caminando según sus mandamientos; y éste es el mandamiento: que caminéis en él,° como oísteis desde un principio.
Y oí una gran voz procedente del trono, que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y morará° con ellos, y ellos serán pueblos° suyos,° y Dios mismo estará con ellos.