Y sucedió que al oírlo, Elías cubrió su rostro con su manto, y salió y estuvo de pie a la entrada de la cueva. Y he aquí, vino a él una voz, y le preguntó: ¿Qué haces aquí, Elías?
Jonás 4:5 - La Biblia Textual 3a Edicion Y salió Jonás de la ciudad y se sentó al oriente de ella. Allí se hizo una enramada y se sentó a su sombra hasta ver qué sucedería en la ciudad. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y salió Jonás de la ciudad, y acampó hacia el oriente de la ciudad, y se hizo allí una enramada, y se sentó debajo de ella a la sombra, hasta ver qué acontecería en la ciudad. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces Jonás se fue al oriente de la ciudad e hizo una enramada. Luego se sentó bajo la sombra de la enramada mientras esperaba ver lo que le acontecería a la ciudad. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero Jonás salió de Nínive y se hizo una cabaña al este de la ciudad, para ver lo que sucedería a la ciudad. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Jonás salió de la ciudad y acampó al oriente. Levantó allí una choza y se sentó a la sombra, hasta ver qué sucedía en la ciudad. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces salió Jonás de la ciudad, y asentó hacia el oriente de la ciudad, y se hizo allí un cobertizo, y se sentó debajo de él a la sombra, hasta ver qué sería de la ciudad. Biblia Traducción en Lenguaje Actual Jonás salió de la ciudad y se fue a un lugar desde donde podía verlo todo. Luego cortó unas ramas y construyó un refugio para protegerse del sol. Se sentó bajo la sombra, y se puso a esperar lo que iba a pasarle a la ciudad. |
Y sucedió que al oírlo, Elías cubrió su rostro con su manto, y salió y estuvo de pie a la entrada de la cueva. Y he aquí, vino a él una voz, y le preguntó: ¿Qué haces aquí, Elías?
Y allí entró en una cueva, donde pasó la noche. Y he aquí que vino a él la palabra de YHVH, diciendo: ¿Qué haces aquí, Elías?
Por la iniquidad de su codicia me irrité por un momento, Lo herí, y me oculté indignado; Pero él siguió andando perversamente en el camino de su corazón.
Temieron los marineros, y cada cual clamaba a su dios, y echaron la carga al mar para aligerar la nave. Entre tanto, Jonás había bajado al fondo de la nave, y habiéndose acostado, dormía profundamente.
Y si digo: No me acordaré más de Él, Ni hablaré más en su Nombre, Siento en mi corazón un fuego abrasador, Encerrado en mis huesos, Que me esfuerzo en contener, pero no puedo.
Y YHVH ’Elohim preparó una calabacera para que creciera sobre la cabeza de Jonás y le hiciera sombra y lo librara de su malestar. Y Jonás se alegró grandemente por la calabacera.