Pero el capitán de la guardia dejó algunos de los más pobres del país para que fueran viñadores y labradores.
Jeremías 39:10 - La Biblia Textual 3a Edicion Pero Nabuzaradán, capitán de la guardia, hizo que los más pobres del pueblo, los que no tenían nada, permanecieran en tierra de Judá, y les dio viñedos y heredades. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Pero Nabuzaradán capitán de la guardia hizo quedar en tierra de Judá a los pobres del pueblo que no tenían nada, y les dio viñas y heredades. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero Nabuzaradán permitió que algunos de los más pobres se quedaran en la tierra de Judá, y los hizo responsables de cuidar los viñedos y los campos. Biblia Católica (Latinoamericana) En cuanto a los pobres, que no poseían ninguna cosa, los dejó en la tierra de Judá, dándoles, al mismo tiempo, viñas y campos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero de la gente pobre que no tenía nada, Nabuzardán, jefe de la escolta, dejó una parte en el país de Judá y les dio aquel día viñas y campos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero Nabuzaradán, capitán de la guardia, dejó en tierra de Judá a los más pobres del pueblo, que no tenían nada, y en ese tiempo les dio viñas y campos. Biblia Traducción en Lenguaje Actual En el territorio de Judá dejó solamente a los más pobres, y a ellos les dio campos y viñedos. |
Pero el capitán de la guardia dejó algunos de los más pobres del país para que fueran viñadores y labradores.
Pero a otra parte de entre los más pobres del pueblo, los dejó Nabuzaradán, capitán de la guardia, como viñadores y labradores asalariados.
Los capitanes del ejército que estaban por el campo con sus hombres, oyeron que el rey de Babilonia había hecho gobernador de la tierra a Gedalías ben Ahicam, y que le había encomendado a hombres, mujeres y niños, de los más pobres de la tierra, que no habían sido transportados a Babilonia.
Hijo de hombre, los que habitan entre aquellas ruinas en la tierra de Israel andan diciendo: Si Abraham, que era uno solo, llegó a poseer la tierra, ¡cuánto más nosotros, que somos muchos, habremos de poseer la tierra!
He aquí yo tengo que habitar en Mizpa, a disposición de los caldeos que vendrán a inspeccionarnos. Tomad el vino, los frutos de verano y el aceite, y ponedlos en vuestros almacenes, y quedaos en vuestras ciudades que os toque ocupar.
Hombres y mujeres, niños y princesas, y cuantos Nabuzaradán, capitán de la guardia, había encomendado a Gedalías ben Ahicam, hijo de Safán; y también al profeta Jeremías y a Baruc ben Nerías,
Apacenté pues a las ovejas de la matanza, especialmente a las más pobres° del rebaño. Y tomé para mí dos cayados: a uno llamé Gracia,° y al otro llamé Vínculo,° y seguí engordando el rebaño.