Los convertiré en espanto, en mal para todos los reinos de la tierra, oprobio y mal ejemplo, insulto y maldición, en todos los lugares adonde los arrojaré.
Jeremías 26:6 - La Biblia Textual 3a Edicion reduciré esta Casa como Silo, y esta ciudad será objeto de maldición para todas las naciones de la tierra. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 yo pondré esta casa como Silo, y esta ciudad la pondré por maldición a todas las naciones de la tierra. Biblia Nueva Traducción Viviente entonces destruiré este templo así como destruí a Silo, el lugar donde estaba el tabernáculo. Y haré que Jerusalén se convierta en objeto de maldición en cada nación de la tierra’”». Biblia Católica (Latinoamericana) trataré a este templo como traté al santuario de Silo, y pondré a Jerusalén como ejemplo; todas las naciones de la tierra reconocerán que yo la maldije. Biblia Serafín de Ausejo 1975 entonces haré de este templo como del de Siló, y haré de esta ciudad una maldición para todas las naciones de la tierra. Biblia Reina Valera Gómez (2023) yo pondré esta casa como Silo, y a esta ciudad la pondré por maldición a todas las naciones de la tierra. Biblia Traducción en Lenguaje Actual Por eso, así como destruí el santuario de Siló, también destruiré el templo de Jerusalén, y esta ciudad será objeto de burla y de insulto”». |
Los convertiré en espanto, en mal para todos los reinos de la tierra, oprobio y mal ejemplo, insulto y maldición, en todos los lugares adonde los arrojaré.
pero ya que tu corazón está tierno y humillado delante de YHVH al escuchar lo que he pronunciado contra este lugar y contra sus habitantes, que llegarían a ser desolación y maldición, y has rasgado tus vestidos, y has llorado delante de mí, también Yo he escuchado, dice YHVH.
Jerusalem y las ciudades de Judá, sus reyes y sus príncipes, para convertirlos en desolación, en horror, en burla y en maldición, como son hasta hoy.°
Vuestro nombre será dejado para cuando Mis escogidos maldigan, diciendo: ¡Que Adonay YHVH te mate igual que a ellos!,° Y Él llamará a sus siervos por otro nombre.
Él hará volver el corazón de los padres a los hijos, y el corazón de los hijos a los padres, no sea que Yo venga y tenga que consagrar la tierra al exterminio.°
Todo Israel ha traspasado tu Ley, apartándose para no obedecer tu voz, por eso nos han caído las maldiciones consignadas con juramento en la Ley de Moisés, siervo de Ha-’Elohim, porque contra Dios hemos pecado.
Por eso, ante la maldad de vuestras obras, de las abominaciones que habíais hecho, YHVH no lo pudo sufrir más, y vuestra tierra fue puesta en asolamiento, en espanto y en maldición, hasta quedar sin morador, como está hoy;
Porque así dice YHVH Sebaot, Dios de Israel: Como mi ira y mi indignación se derramó sobre los moradores de Jerusalem, así se derramará mi ira sobre vosotros si vais a Egipto. Y seréis objeto de execración y espanto, de maldición y afrenta, y no veréis más este lugar.
y dará origen a una maldición que se correrá entre los cautivos de Judá que están en Babilonia, que dirá: ¡YHVH haga contigo como con Acab y Sedequías, a quienes el rey de Babilonia asó al fuego!
Por tanto, Yo he deshonrado a los príncipes del Santuario, Y entregué a Jacob a la maldición, Y a Israel al vituperio.
Y toda la comunidad de los hijos de Israel se congregó en Silo, e hicieron levantar allí la Tienda de Reunión, por cuanto la tierra se les había sometido.
Me dijo entonces: Esta es la maldición que sale por toda la faz de la tierra. Porque, según lo escrito en un lado, todo aquel que hurta será excluido, y según lo escrito en el otro lado, todo aquel que jura falsamente será excluido.
Los perseguiré con la espada, el hambre y la peste, y los convertiré en objeto de horror para todos los reinos de la tierra, en maldición, espanto, burla y afrenta entre todas las naciones donde los habré arrojado;
s Todos los que van por el camino baten palmas contra ti, Silban burlones, y menean la cabeza contra la hija de Jerusalem: ¿Es ésta la ciudad perfecta en hermosura, la alegría de toda la tierra?
[ Todos tus enemigos han abierto la boca contra ti: Silbaron y rechinaron los dientes diciendo: ¡La hemos arrasado! ¡Éste es el día que esperábamos! ¡Lo hemos conseguido y lo estamos viendo!