Pero cuando llegó a la puerta de Benjamín, estaba allí un capitán llamado Irías ben Selemías, hijo de Hananías, el cual apresó al profeta Jeremías, diciendo: ¡Te pasas a los caldeos!
Jeremías 20:2 - La Biblia Textual 3a Edicion Y Pasur hizo azotar al profeta Jeremías y lo puso en el cepo que estaba en la puerta alta de Benjamín,° la cual conducía a la Casa de YHVH. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y azotó Pasur al profeta Jeremías, y lo puso en el cepo que estaba en la puerta superior de Benjamín, la cual conducía a la casa de Jehová. Biblia Nueva Traducción Viviente Así que arrestó al profeta Jeremías, ordenó que lo azotaran y que lo pusieran en el cepo junto a la puerta de Benjamín, en el templo del Señor. Biblia Católica (Latinoamericana) al oír a Jeremías, mandó apalearlo, y lo hizo sujetar con cadenas en el calabozo de la puerta alta de Benjamín, que está en la Casa de Yavé. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y Pasjur mandó azotar al profeta Jeremías y lo puso en el cepo que había en la puerta superior de Benjamín, en el templo de Yahveh. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pasur azotó entonces al profeta Jeremías, y lo puso en el cepo que estaba a la puerta superior de Benjamín, la cual conducía a la casa de Jehová. |
Pero cuando llegó a la puerta de Benjamín, estaba allí un capitán llamado Irías ben Selemías, hijo de Hananías, el cual apresó al profeta Jeremías, diciendo: ¡Te pasas a los caldeos!
Todo el país se allanará, desde Geba hasta Rimón Néguev. Jerusalem será enaltecida y habitada en su lugar, desde la Puerta de Benjamín hasta la Puerta Antigua y la Puerta del Ángulo, y desde la Torre de Hananeel hasta el Lagar del Rey.
Y harán guerra contra ti, pero no prevalecerán contra ti, porque Yo estoy contigo para librarte, dice YHVH.
Pero Asa se irritó contra el vidente y lo metió en la cárcel° pues se había encolerizado en gran manera contra él por esto. Y por ese tiempo, Asa oprimió a algunos del pueblo.
Y el rey envió a Jerameel ben Hamelec, a Seraías ben Azriel y a Selemías ben Abdeel, para que apresaran a Baruc el escriba y al profeta Jeremías, pero YHVH los escondió.
YHVH te ha nombrado sucesor del sacerdote Joiada, como responsable de la Casa de YHVH, para que todo el que se desmande y se haga pasar por profeta, lo lleves al calabozo y lo pongas en el cepo.
Pero conspiraron contra él y lo mataron a pedradas en el atrio de la Casa de YHVH por mandato del rey.
y dirás: Así ha dicho el rey: Meted a éste en la cárcel, y dadle pan y agua de aflicción hasta que yo vuelva en paz.
Y vi a la mujer embriagada de la sangre de los santos, y de la sangre de los mártires de Jesús; y al verla, me asombré con gran asombro.
No temas lo que vas a padecer. He aquí que el diablo está a punto de echar en la cárcel a algunos° de vosotros, para que seáis probados, y tendréis una tribulación de diez días. Sé° fiel hasta la muerte, y Yo te daré la corona de la vida.
¿A cuál de los profetas no persiguieron vuestros padres? Y mataron a los que anunciaron de antemano la venida del Justo, a quien vosotros ahora habéis llegado a entregar y asesinar.
Y llamando a los apóstoles, los azotaron y les ordenaron que no hablaran en el nombre de Jesús, y los soltaron.
Y les echaron mano, y los pusieron bajo custodia hasta el día siguiente, porque ya era tarde.
Pero los labradores, tomando a sus siervos, a uno golpearon, a otro mataron, y a otro apedrearon.
Y cuando Jeremías terminó de decir todo lo que YHVH le había mandado decir a todo el pueblo, los sacerdotes, los profetas y el pueblo entero le echaron mano, y exclamaron: ¡Morirás sin remedio!
Entonces Sedequías ben Quenaana se acercó y golpeó a Micaías en la mejilla, y dijo: ¿Por qué camino pasó de mí el Espíritu de YHVH para hablarte a ti?
Y sucedió que cuando el rey oyó la palabra que el varón de Dios había dicho contra el altar de Bet-’El, Jeroboam extendió su mano desde el altar, diciendo: ¡Prendedle! Y al momento se le secó la mano que había extendido contra él, y no pudo recogerla hacia sí.
Cuando los príncipes de Judá oyeron estas cosas, subieron desde el palacio real a la Casa de YHVH, y se sentaron en la entrada del nuevo pórtico de la Casa de YHVH.
Entonces el rey Sedequías ordenó que custodiaran a Jeremías en el atrio de la guardia real, y que le dieran una hogaza de pan al día, de la calle de los Panaderos, mientras hubiera pan en la ciudad. Y así se quedó Jeremías en el atrio de la guardia real.