cuando° no sabéis lo de mañana.° ¿Qué cosa es vuestra vida? Porque sois neblina que por un poco de tiempo aparece y luego se desvanece.
Génesis 27:2 - La Biblia Textual 3a Edicion Le dijo: He aquí ahora soy viejo, no sé el día de mi muerte, Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y él dijo: He aquí ya soy viejo, no sé el día de mi muerte. Biblia Nueva Traducción Viviente —Yo ya soy un hombre viejo —dijo Isaac—, y no sé cuándo moriré. Biblia Católica (Latinoamericana) Prosiguió Isaac: 'Mira que ya estoy viejo e ignoro el día de mi muerte. Biblia Serafín de Ausejo 1975 'Mira -le dijo-, yo ya soy viejo, y no sé el día de mi muerte. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y él dijo: He aquí ya soy viejo, no sé el día de mi muerte. Biblia Traducción en Lenguaje Actual y le dijo: —Mira, hijo mío, yo estoy ya muy viejo, y en cualquier momento me puedo morir. |
cuando° no sabéis lo de mañana.° ¿Qué cosa es vuestra vida? Porque sois neblina que por un poco de tiempo aparece y luego se desvanece.
Por tanto, velad, pues no sabéis cuándo viene el señor de la casa: si al atardecer o a la medianoche, o al canto del gallo o en la madrugada,
Todo cuanto halle hacer tu mano, hazlo con tus fuerzas, porque en el Seol, adonde vas, no hay obra ni propósito, ni conocimiento ni sabiduría.
y dijo: Oh YHVH, te ruego que te acuerdes ahora que he andado delante de ti en verdad y con íntegro corazón, y que he hecho lo que ha sido agradable ante tus ojos. Y lloró Ezequías con gran llanto.
En aquellos días Ezequías cayó enfermo de muerte. Y vino a él Isaías ben Amoz, el profeta, y le dijo: Así dice YHVH: Ordena tu casa, porque morirás y no vivirás.
David empero volvió a jurárselo diciendo: Sabe tu padre que he hallado gracia a tus ojos, y habrá dicho: No sepa esto Jonatán, no sea que se disguste. Pero tan cierto como que vive YHVH y vive tu alma, estoy a un paso de la muerte.
Y dijo Israel a José: He aquí yo estoy por morir, pero ’Elohim estará con vosotros, y os hará volver a la tierra de vuestros padres.
Cuando se acercaba para Israel la hora de morir, llamó a su hijo José, y le dijo: Si he hallado gracia en tus ojos, pon ahora tu mano bajo mi muslo, y harás conmigo misericordia y verdad. Te ruego que no me entierres en Egipto.
toma pues, ahora tus aparejos, tu arco y aljaba, sal al campo y cázame alguna presa,°