Y Cornelio dijo: Hace cuatro días estaba° orando en mi casa, a esta hora, la novena, y he aquí un varón con vestidura resplandeciente se puso delante de mí,
Génesis 24:45 - La Biblia Textual 3a Edicion Y antes que yo acabara de hablar en mi corazón, he aquí Rebeca salía con su cántaro al hombro descendiendo a la fuente. Cuando sacó agua, entonces le dije: Te ruego que me des de beber. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Antes que acabase de hablar en mi corazón, he aquí Rebeca, que salía con su cántaro sobre su hombro; y descendió a la fuente, y sacó agua; y le dije: Te ruego que me des de beber. Biblia Nueva Traducción Viviente »Antes de terminar de orar en mi corazón, vi a Rebeca saliendo con un cántaro de agua al hombro. Ella descendió hasta el manantial y sacó agua. Entonces yo le dije: “Por favor, deme de beber”. Biblia Católica (Latinoamericana) Ni siquiera había terminado de decir estas palabras en mi interior, cuando apareció Rebeca, con su cántaro al hombro, y bajó a la fuente para sacar agua. Biblia Serafín de Ausejo 1975 No había acabado de decir esto en mi corazón, cuando salía Rebeca con su cántaro al hombro. Descendió a la fuente y sacó agua. Le dije entonces: 'Por favor, dame de beber'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y antes que terminara de hablar en mi corazón, he aquí Rebeca, que salía con su cántaro sobre su hombro; y descendió a la fuente, y sacó agua; y le dije: Te ruego que me des a beber. Biblia Traducción en Lenguaje Actual »Todavía no terminaba de orar cuando llegó Rebeca con su cántaro al hombro. Bajó y sacó agua, y cuando yo le pedí que me diera de beber, |
Y Cornelio dijo: Hace cuatro días estaba° orando en mi casa, a esta hora, la novena, y he aquí un varón con vestidura resplandeciente se puso delante de mí,
Al principio de tus ruegos fue dada la orden, y yo he venido para enseñártela, porque tú eres varón muy amado. Presta pues atención a la palabra y entiende la visión:
Y acontecerá que antes que clamen, Yo responderé; Cuando todavía estén hablando, Yo ya habré oído.
Y asimismo, también el Espíritu ayuda nuestra debilidad, pues no sabemos qué orar° como conviene, pero el mismo Espíritu intercede° con gemidos indecibles;
¡Oh Adonay, oye! ¡Oh Adonay, perdona! ¡Oh Adonay, presta oído y hazlo! ¡Oh Dios mío, por amor de ti mismo, no te tardes!, porque tu Nombre es invocado sobre tu ciudad y sobre tu pueblo.
Entonces invocarás, y YHVH responderá; Suplicarás, y Él dirá: ¡Heme aquí! Si quitas en medio de ti la opresión, El dedo amenazador y las palabras arrogantes;
Y me preguntó el rey: ¿Qué es lo que me pides? Entonces oré al Dios de los cielos,
Porque Tú, YHVH Sebaot, Dios de Israel, has despertado el oído de tu siervo, diciendo: Yo te edificaré casa. Por eso tu siervo ha hallado en su corazón osadía para elevar esta oración ante ti.
y me conteste: Bebe tú mismo, y también sacaré para tus camellos, sea ésta la mujer que YHVH ha destinado para el hijo de mi señor.