A los que continúan pecando, repréndelos delante de todos, para que también los demás tengan temor.
Gálatas 2:11 - La Biblia Textual 3a Edicion Pero cuando Cefas° fue a Antioquía, me opuse a él cara a cara, porque era de condenar. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí cara a cara, porque era de condenar. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero cuando Pedro llegó a Antioquía, tuve que enfrentarlo cara a cara, porque él estaba muy equivocado en lo que hacía. Biblia Católica (Latinoamericana) Tiempo después, cuando Cefas vino a Antioquía, le enfrenté en circunstancias en que su conducta era reprensible. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero cuando llegó Cefas a Antioquía me opuse a él abiertamente, porque era digno de reprensión. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí en su cara, porque era de condenar. Biblia Traducción en Lenguaje Actual Cuando Pedro vino a la ciudad de Antioquía, me enfrenté a él y le dije que no estaba bien lo que hacía. |
A los que continúan pecando, repréndelos delante de todos, para que también los demás tengan temor.
Pero cuando vi que no andaban rectamente en cuanto a° la verdad del evangelio, dije a Cefas° delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como gentil y no como judío, ¿cómo obligas a los gentiles a judaizar?
De manera que nosotros, de aquí en adelante, a nadie conocemos° según la carne; y si aun al Mesías conocimos según la carne, ya no lo conocemos así.
Pero algunos que habían bajado de Judea, decían a los hermanos: A menos que seáis circuncidados conforme al rito de Moisés,° no podéis ser salvos.
Amados, poniendo toda diligencia en escribiros acerca de nuestra común salvación, tuve necesidad de escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe una vez dada a los santos.
Porque todos ofendemos muchas veces; si alguno no ofende de palabra, éste es varón perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo.
y reconociendo la gracia que me había sido dada, Jacobo y Cefas y Juan, quienes parecían ser las columnas, nos dieron la diestra a mí y a Bernabé en señal de compañerismo, para que nosotros fuéramos a los gentiles, y ellos a la circuncisión.
Al contrario, viendo que me había sido confiado el evangelio de la incircuncisión, como a Pedro el de la circuncisión
a los cuales ni por un momento aceptamos someternos, para que la verdad del evangelio permaneciera con vosotros.
Me he hecho insensato;° vosotros me forzasteis; pues yo debía ser alabado por vosotros, porque en nada fui menos que aquellos grandes apóstoles,° aunque nada soy.
Entonces Él, volviéndose, dijo a Pedro: ¡Apártate de mi vista, Satanás! Me eres tropiezo, pues no piensas lo de Dios sino lo de los hombres.
Ahora bien, como resultado de la tribulación ocurrida a causa de Esteban, los esparcidos pasaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, no hablando a nadie la palabra, sino sólo a judíos.°
’Elohim respondió a Jonás: ¿Tanto te irritas por lo de la calabacera? Él respondió: ¡Tengo razón para irritarme hasta la muerte!
Pero Jonás se levantó para huir de la presencia de YHVH a Tarsis.° Y bajando a Jope,° halló una nave que partía a Tarsis. Pagó el precio y se embarcó para navegar con ellos a Tarsis, lejos de la presencia de YHVH.
Así que tú ciñe tus lomos y ponte en pie, y háblales todo lo que Yo te mande. No tiembles ante ellos, no sea que Yo te haga temblar ante ellos.
Pero YHVH dijo a Moisés y a Aarón: Por cuanto no creísteis en mí para santificarme a vista de los hijos de Israel, no introduciréis a esta congregación en la tierra que les he dado.
Lo llevó a Jesús. Mirándolo fijamente, Jesús dijo: Tú eres Simón, el hijo de Juan,° tú serás llamado Cefas (que significa Pedro).°
Pero había algunos de ellos, varones chipriotas y cirenenses, que habían ido a Antioquía y hablaban también a los helenistas,° predicando al Señor Jesús.
Y la noticia° acerca de ellos fue oída por los oídos° de la iglesia que está en Jerusalem; y enviaron a Bernabé hasta Antioquía.
Pero algunos de la secta de los fariseos, que habían° creído, se levantaron diciendo: Es necesario circuncidarlos y ordenarles que guarden la ley de Moisés.
Luego, después de tres años, subí a Jerusalem° a visitar a Cefas,° y permanecí con él quince días.