Y fue anunciado al rey de Egipto que el pueblo había huido. Y fue trastocado el corazón de Faraón y el de sus siervos contra el pueblo, y dijeron: ¿Qué es esto que hemos hecho? ¿Por qué hemos dejado ir a Israel de nuestra servidumbre?
Éxodo 8:15 - La Biblia Textual 3a Edicion Pero cuando Faraón vio que había un alivio, endureció su corazón, y no los escuchó, tal como YHVH había hablado. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Pero viendo Faraón que le habían dado reposo, endureció su corazón y no los escuchó, como Jehová lo había dicho. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero cuando el faraón vio que había alivio, se puso terco y se negó a escuchar a Moisés y a Aarón, tal como el Señor había dicho. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces los brujos dijeron a Faraón: 'Aquí está el dedo de Dios. Pero Faraón se puso más porfiado y no quiso hacerles caso, tal como Yavé lo había dicho anteriormente. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dijeron los magos al Faraón: 'El dedo de Dios está aquí'. Pero el corazón del Faraón se endureció y, como lo había predicho Yahveh, no los escuchó. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero viendo Faraón que le habían dado reposo, endureció su corazón, y no los escuchó, como Jehová había dicho. Biblia Traducción en Lenguaje Actual 15 (11) Pero tal como Dios lo había dicho, en cuanto el rey vio que ya todo había pasado, no les hizo caso, sino que se puso más terco y no dejó salir a los israelitas. |
Y fue anunciado al rey de Egipto que el pueblo había huido. Y fue trastocado el corazón de Faraón y el de sus siervos contra el pueblo, y dijeron: ¿Qué es esto que hemos hecho? ¿Por qué hemos dejado ir a Israel de nuestra servidumbre?
pues YHVH había dicho a Moisés: Cuando vuelvas a Egipto considera todos los prodigios que he puesto en tu mano, y los harás en presencia de Faraón, aunque Yo mismo endureceré su corazón, y no dejará ir al pueblo.
Faraón no os escuchará. Yo pondré mi mano en Egipto, y con grandes juicios sacaré de la tierra de Egipto a mis escuadrones, mi pueblo, los hijos de Israel.
Entonces YHVH dijo a Moisés: Di a Aarón: Extiende tu vara y golpea el polvo de la tierra, y haya piojos en toda la tierra de Egipto.
Respondió Faraón: Os dejaré partir para ofrecer sacrificio a YHVH vuestro Dios en el desierto, sólo que al partir no os alejéis demasiado. ¡Suplicad por mí!
Dijo Moisés: En cuanto salga de estar contigo suplicaré a YHVH, y las moscas se apartarán mañana de Faraón, de sus siervos y de su pueblo, con tal que Faraón no siga engañándome impidiendo al pueblo que parta a ofrecer sacrificios a YHVH.
Sin embargo Faraón endureció su corazón también esta vez, y no dejó partir al pueblo.
Faraón entonces llamó a Moisés y a Aarón, y les dijo: suplicad a YHVH que aparte las ranas de mí y de mi pueblo, y dejaré ir al pueblo para que ofrezca sacrificio a YHVH.
El hombre que, reprendido, endurece la cerviz, Será quebrantado de repente, y no habrá para él medicina.
Por cuanto no se ejecuta sentencia inmediata contra una obra mala, el corazón de los hijos del hombre está presto a hacer el mal.
Se mostrará piedad al malvado, Pero no aprenderá justicia; Aun en tierra de rectitud seguirá practicando el mal, Y no considerará la grandeza de YHVH.
¿Qué haré contigo, Efraín? ¿Qué haré contigo, Judá? Vuestra fidelidad es como nube mañanera; Como el rocío temprano, que desaparece.
en tanto se dice: Hoy, cuando escuchéis su voz, No endurezcáis vuestros corazones, como en la rebelión.°
No endurezcáis vuestros corazones Como en la rebelión, en el día de la tentación, en el desierto,
Y los hombres se abrasaron con el intenso calor, y blasfemaron el nombre de Dios, que tiene el poder sobre estas plagas, y no se arrepintieron para darle gloria.
Y las vacas entonces, tomando la vía recta por el camino de Bet-semes, seguían una misma senda andando y mugiendo, sin apartarse ni a derecha ni a izquierda; y los príncipes de los filisteos fueron tras ellas hasta el límite de Bet-semes.
Y respondieron: Si enviáis el Arca del Dios de Israel, no se la enviéis vacía, sino que la devolveréis a Él con una ofrenda por la culpa, y entonces seréis sanados, y se os hará saber por qué su mano no se apartó de vosotros.
¿Por qué, pues, queréis endurecer vuestros corazones, como endurecieron su corazón los egipcios y Faraón? ¿Acaso cuando Él realizó maravillas ante ellos, no dejaron ir al pueblo de manera que éste partió?
Y observaréis: Si sube por el camino de su territorio hacia Bet-semes, Él nos ha hecho este gran mal, pero si no, entonces sabremos que no es su mano la que nos ha herido, sino que nos ocurrió por accidente.