Entonces prendieron a Jeremías y lo hicieron echar en la cisterna de Malquías ben Hamelec, que estaba en el atrio de la guardia. Metieron allí a Jeremías con sogas; pero en la cisterna no había agua, sino lodo, y Jeremías se hundió en el lodo.
Daniel 3:23 - La Biblia Textual 3a Edicion mientras los tres varones, Sadrac, Mesac y Abed-nego, caían atados dentro del horno de fuego en llamas. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y estos tres varones, Sadrac, Mesac y Abed-nego, cayeron atados dentro del horno de fuego ardiendo. Biblia Nueva Traducción Viviente De esa forma Sadrac, Mesac y Abed-nego, firmemente atados, cayeron a las rugientes llamas. Biblia Católica (Latinoamericana) Esos tres hombres, Sidrac, Misac y Abdénago cayeron en el horno ardiente amarrados. Biblia Serafín de Ausejo 1975 mientras estos tres hombres, Sidrac, Misac y Abdénago, cayeron atados en medio del horno de fuego ardiente. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y estos tres varones, Sadrac, Mesac y Abed-nego, cayeron atados dentro del horno de fuego ardiendo. Biblia Traducción en Lenguaje Actual Los jóvenes, en cambio, cayeron al horno atados. |
Entonces prendieron a Jeremías y lo hicieron echar en la cisterna de Malquías ben Hamelec, que estaba en el atrio de la guardia. Metieron allí a Jeremías con sogas; pero en la cisterna no había agua, sino lodo, y Jeremías se hundió en el lodo.
r Muchas son las aflicciones del justo, Pero de todas ellas lo librará YHVH.
Porque esta leve tribulación momentánea, produce en nosotros un cada vez más excelente° y eterno peso de gloria;
extinguieron la violencia del fuego,° escaparon al filo de espada, recibieron poder en su debilidad, se hicieron fuertes en la batalla, pusieron en fuga ejércitos extranjeros.
Cuando pases por las aguas, Yo estaré contigo, La corriente no te anegará; Cuando andes por el fuego, no te quemarás, Ni la llama arderá en ti.
a los cuales el jefe de los eunucos les cambió los nombres, llamando a Daniel, Beltsasar; a Ananías, Sadrac; a Misael, Mesac, y a Azarías, Abed-nego.
Entonces el rey Nabucodonosor, estupefacto, se levantó de repente, y preguntó a los de su consejo: ¿No fueron tres los varones que cayeron atados dentro del fuego? Ellos respondieron al rey: Es verdad, oh rey.