La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




Cantares 3:1 - La Biblia Textual 3a Edicion

Por las noches en mi lecho, Buscaba al que ama mi alma. Lo busqué, pero no lo hallé.

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Por las noches busqué en mi lecho al que ama mi alma; Lo busqué, y no lo hallé.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

Una noche, mientras estaba en mi cama, suspiré por mi amado; suspiraba por él, pero él no venía.

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Sobre mi lecho, por las noches, yo buscaba al amado de mi alma. Lo busqué y no lo hallé.

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

En mi lecho, en la noche, buscaba yo al amado de mi alma: lo buscaba y no lo hallé.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Por las noches busqué en mi lecho al que ama mi alma: Lo busqué, y no lo hallé.

Ver Capítulo

Biblia Traducción en Lenguaje Actual

En la oscuridad de la noche busco al amor de mi vida. En la soledad de mi cuarto lo busco y no lo encuentro.

Ver Capítulo
Otras versiones



Cantares 3:1
16 Referencias Cruzadas  

a quien amáis sin haberlo visto, en quien aun no viéndolo, pero creyendo, os alegráis con gozo inefable y glorioso;


Abrí a mi amado, Pero mi amado ya se había ido, Había pasado, Y mi alma salió tras su hablar. Lo busqué, pero no lo hallé, Lo llamé, pero no me respondió.


Hazme saber, oh tú, a quien ama mi alma: ¿Dónde pastoreas? ¿Dónde lo° haces descansar al mediodía? Entre los rebaños de tus compañeros?


¡Buscad a YHVH mientras puede ser hallado! ¡Invocadlo, mientras está cerca!


Mi alma te anhela de noche, Y por ti madruga mi espíritu dentro de mí, Porque cuando tus juicios se manifiestan en la tierra, Los habitantes del mundo aprenden justicia.


Os conjuro, oh hijas de Jerusalem, Si halláis a mi amado, ¿Le diréis que desfallezco de amor?


Dios mío, clamo de día, y no respondes, Y de noche, y no hay sosiego para mí.


Le dice la tercera vez: Simón, hijo de Juan, ¿me quieres? Pedro se entristeció de que la tercera vez le preguntara: ¿me quieres?,° y le dijo: Señor, Tú lo sabes todo; Tú conoces que te quiero. Le dice: Apacienta mis ovejitas.


Esforzaos para entrar por la puerta angosta, porque os digo que muchos procurarán entrar y no podrán.


Estoy agotado de tanto gemir, Todas las noches inundo° mi lecho; Con mis lágrimas empapo mi cama.


¡Temblad, y no pequéis!° Meditad° en vuestro corazón sobre vuestro lecho, Estad en silencio. Selah


Cuando ella lo oyó, se levantó de prisa y fue° a Él;