¡Que nunca jamás entre en ella ninguna cosa inmunda,° que hace abominación o mentira, sino sólo los que han sido inscritos en el rollo de la vida del Cordero!
Apocalipsis 22:14 - La Biblia Textual 3a Edicion Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho° al árbol de la vida,° y entrar en la ciudad por las puertas. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad. Biblia Nueva Traducción Viviente Benditos son los que lavan sus ropas. A ellos se les permitirá entrar por las puertas de la ciudad y comer del fruto del árbol de la vida. Biblia Católica (Latinoamericana) Felices los que lavan sus ropas, porque así tendrán acceso al árbol de la vida y se les abrirán las puertas de la ciudad. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dichosos los que lavan sus túnicas; así dispondrán del árbol de la vida y podrán entrar por las puertas de la ciudad. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Bienaventurados los que guardan sus mandamientos, para tener derecho al árbol de la vida, y poder entrar por las puertas en la ciudad. Biblia Traducción en Lenguaje Actual A los que dejen de hacer lo malo, Dios los bendecirá, pues les dará el derecho a comer de los frutos del árbol que da vida eterna. Ellos podrán entrar por los portones de la ciudad. |
¡Que nunca jamás entre en ella ninguna cosa inmunda,° que hace abominación o mentira, sino sólo los que han sido inscritos en el rollo de la vida del Cordero!
pues éste es el amor de Dios: que° guardemos sus mandamientos,° y sus mandamientos no son gravosos.
He aquí, vengo pronto. Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este rollo.
Y todo el que tiene esta esperanza en Él, se purifica a sí mismo, como Él es puro.
El que tiene oído, oiga qué dice el Espíritu a las iglesias. Al que venza, le daré a comer del árbol de la vida,° que está en° el paraíso de Dios.
La circuncisión nada es, y la incircuncisión nada es, sino la observancia de los mandamientos de Dios.
En medio de su calle,° a uno y otro lado del río, estaba el árbol de vida,° que produce° doce frutos, dando su fruto según cada mes, y las hojas del árbol son para sanidad de las naciones.
Volvió, pues, a decirles Jesús: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas.
Yo soy la puerta: el que por mí entra será salvo, y entrará y saldrá,° y hallará pastos.
¡Aleluya! a ¡Oh, las bienaventuranzas del hombre que teme a YHVH, b Y en sus mandamientos se deleita en gran manera!
Y le he dicho: Señor mío, tú lo sabes. Me dijo: Éstos son los que salen fuera° de la gran tribulación,° y lavaron sus ropas y las blanquearon en la sangre del Cordero.
Porque en Jesús el Mesías ni la circuncisión vale° algo, ni la incircuncisión, sino la fe que obra por el amor.
Tiene un muro grande y alto, el cual tiene doce puertas, y sobre las puertas, doce ángeles, y unos nombres inscritos,° que son de las doce tribus de los hijos de Israel.
¿Acaso no tenemos derecho de llevar° con nosotros una hermana como esposa, como también los otros apóstoles, y los hermanos del Señor, y Cefas?
Pero mirad que esta libertad vuestra no sea en alguna manera tropezadero para los débiles.
Jesús le dice: Yo soy el Camino, y la Verdad, y la Vida; nadie viene° al Padre sino por mí.
¿Eres tú acaso mayor que nuestro padre Jacob que nos dio el pozo, del cual bebió° él, y sus hijos, y sus ganados?
Bienaventurado el que espere, y llegue a mil trescientos treinta y cinco días.
YHVH ’Elohim hizo brotar de la tierra todo árbol agradable a la vista y bueno para comida. Y en medio del huerto estaba el árbol de la vida,° y el árbol del conocimiento del bien y del mal.
Y dijo YHVH ’Elohim: Ciertamente el hombre ha llegado a ser como uno de nosotros, conocedor del bien y el mal. Y ahora, no sea que extienda su mano y tome también del árbol de la vida,° y coma y viva para siempre.
Entonces YHVH dijo a Moisés: Ve al pueblo y santifícalos hoy y mañana, y laven sus vestidos.