Pero viene una hora, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y verdad, porque también el Padre tales adoradores quiere que lo adoren.
Apocalipsis 21:22 - La Biblia Textual 3a Edicion Y no vi en ella santuario, porque el Señor Dios Todopoderoso y el Cordero, es el santuario de ella. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero. Biblia Nueva Traducción Viviente No vi ningún templo en la ciudad, porque el Señor Dios Todopoderoso y el Cordero son el templo. Biblia Católica (Latinoamericana) No vi templo alguno en la ciudad, porque su templo es el Señor Dios, el Todopoderoso, y el Cordero. Biblia Serafín de Ausejo 1975 No vi santuario en ella, porque su santuario es el Señor, Dios todopoderoso, y el Cordero. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y no vi templo en ella; porque el Señor Dios Todopoderoso y el Cordero son el templo de ella. Biblia Traducción en Lenguaje Actual En la ciudad no vi ningún templo, porque su templo es el Señor, el Dios todopoderoso, y también el Cordero. |
Pero viene una hora, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y verdad, porque también el Padre tales adoradores quiere que lo adoren.
Pero ¿quién será capaz de edificarle Casa, cuando los cielos, y los cielos de los cielos no lo pueden contener?° Y, ¿quién soy yo para que le edifique una Casa, sino tan sólo para quemar incienso ante Él?
Aunque, ¿en verdad ’Elohim habitará en la tierra? He aquí, los cielos y los cielos de los cielos no te pueden contener, ¡cuánto menos esta Casa que he edificado!
Yo soy el Alfa y la Omega,° dice el Señor Dios,° el que es, y que era, y que está viniendo,° el Todopoderoso.
Y oí al altar° que decía: ¡Sí, Señor Dios Todopoderoso: justos y verdaderos son tus juicios!
Y vi en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, un cordero° en pie, como inmolado,° que tenía siete cuernos y siete ojos,° que son los siete espíritus de Dios enviados a toda la tierra.
Jesús le dice: Mujer, créeme que viene una hora cuando ni en este monte ni en Jerusalem adoraréis al Padre.
Así dice YHVH: Los cielos son mi trono, y la tierra estrado de mis pies: ¿Dónde está la casa que me habréis de edificar, Y dónde el lugar de mi reposo?
Y cantan el cántico de Moisés,° siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo: ¡Grandes y maravillosas son tus obras, Oh Señor Dios Todopoderoso; Justos y verdaderos tus caminos, Oh Rey de las naciones!°
diciendo: Te damos gracias, Señor Dios, Todopoderoso, el que eres y el que eras,° porque has tomado tu gran poder y asumiste el reino.°
Los cuatro seres vivientes, cada uno de los cuales tenía seis alas alrededor, estaban por dentro llenos de ojos,° y no se daban reposo día y noche, diciendo: ¡Santo, Santo, Santo,° es el Señor Dios Todopoderoso,° el que era, y el que es, y el que está viniendo!°
Pero, ¿en verdad ’Elohim habitará con el hombre en la tierra? He aquí, los cielos y los cielos de los cielos no te pueden contener, ¡cuánto menos esta Casa que he edificado!
De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y las pastoreará° con vara de hierro.° Él pisará el lagar del vino del furor de la ira del Dios Todopoderoso.°
Son espíritus de demonios que hacen señales prodigiosas, los cuales van a los reyes de toda la tierra habitada,° a fin de reunirlos para la batalla del gran día del Dios Todopoderoso.
Tomando entonces la palabra,° Él les dijo: ¿Veis todas estas cosas? De cierto os digo: De ningún modo quedará aquí piedra sobre piedra que no sea° totalmente derribada.°
Por eso están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su santuario; y el que está sentado en el trono extenderá su tabernáculo sobre ellos;°
porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará,° y los guiará a fuentes de aguas de vida,° y Dios mismo enjugará toda lágrima de sus ojos.°
Éstos son los que no se contaminaron con mujeres, porque son vírgenes; éstos son los que siguen al Cordero adondequiera que vaya; éstos fueron comprados de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero;