Entonces lo deja el diablo, y he aquí unos ángeles se acercaron y lo servían.
1 Reyes 19:6 - La Biblia Textual 3a Edicion Y miró atentamente, y he aquí a su cabecera una torta cocida sobre las ascuas, y un cántaro de agua; y comió y bebió, y volvió a recostarse. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Entonces él miró, y he aquí a su cabecera una torta cocida sobre las ascuas, y una vasija de agua; y comió y bebió, y volvió a dormirse. Biblia Nueva Traducción Viviente Elías miró a su alrededor, y cerca de su cabeza había un poco de pan horneado sobre piedras calientes y un jarro de agua. Así que comió y bebió, y volvió a acostarse. Biblia Católica (Latinoamericana) Miró y vio que había allí cerca de él una tortilla cocida sobre piedras y un cántaro de agua. Comió, bebió y se volvió a acostar. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Miró y encontró a su cabecera una hogaza cocida sobre piedras calientes y un cántaro de agua. Comió, bebió y volvió a acostarse. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces él miró, y he aquí a su cabecera una torta cocida sobre las brasas, y un vaso de agua: y comió y bebió y se volvió a dormir. Biblia Traducción en Lenguaje Actual Elías miró y encontró cerca de su cabeza un pan recién horneado, y una jarra de agua. Así que comió, bebió y se acostó de nuevo. |
Entonces lo deja el diablo, y he aquí unos ángeles se acercaron y lo servían.
Y los cuervos le traían pan y carne por la mañana, y pan y carne al atardecer, y bebía del arroyo.
Cuando desembarcaron en tierra, ven brasas puestas y un pescado encima, y pan.
Jesús° entonces les dice: Hijitos,° ¿no tenéis algún pescado? Le respondieron: No.
Porque los gentiles buscan con afán todas esas cosas, pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas ellas.
Ése morará en las alturas, Picachos rocosos serán su refugio, Se le dará su pan, Y sus aguas estarán seguras.
b Confía en YHVH y practica el bien; Habita en la tierra y apaciéntate de la fidelidad.
se le acercó una mujer que tenía un frasco de alabastro,° lleno de un ungüento muy costoso, y estando reclinado° a la mesa, lo derramó sobre su cabeza.
Y recostándose debajo del enebro, se quedó dormido; y he aquí el ángel lo tocó y le dijo: ¡Levántate y come!
Y el ángel de YHVH vino por segunda vez, lo tocó, y le dijo: ¡Levántate y come, porque largo camino te resta!
Y sucederá que beberás del arroyo, y Yo he mandado a los cuervos que te sustenten allí.