a todos los que estáis en Roma, amados de Dios, llamados a ser santos: Gracia a vosotros, y paz de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
1 Corintios 1:2 - La Biblia Textual 3a Edicion a la iglesia de Dios, que está en Corinto,° a los santificados en Jesús el Mesías, llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesús, el Mesías, Señor° de ellos y nuestro. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro: Biblia Nueva Traducción Viviente Va dirigida a la iglesia de Dios en Corinto, a ustedes que han sido llamados por Dios para ser su pueblo santo. Él los hizo santos por medio de Cristo Jesús, tal como lo hizo con todos los que en todas partes invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y de nosotros. Biblia Católica (Latinoamericana) a la Iglesia de Dios que está en Corinto:
a ustedes que Dios santificó en Cristo Jesús.
Pues fueron llamados a ser santos con todos aquellos que por todas partes invocan el Nombre de Cristo Jesús, Señor nuestro y de ellos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, a los llamados a ser santos junto con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro: Biblia Reina Valera Gómez (2023) a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos, con todos los que en todo lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro. |
a todos los que estáis en Roma, amados de Dios, llamados a ser santos: Gracia a vosotros, y paz de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
Pero de Él proviene° lo que sois en Jesús el Mesías, el cual por parte de Dios nos ha sido hecho sabiduría, y justicia, y santificación, y redención;
a fin de que abras sus ojos, para que vuelvan° de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban,° por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados.
Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo por su propia sangre, padeció fuera de la puerta.
En esa voluntad somos santificados por la ofrenda del cuerpo de Jesús el Mesías una vez y para siempre.
Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesús el Mesías como Señor, y a nosotros mismos como siervos vuestros por causa de Jesús.
Y aquí tiene autoridad de los principales sacerdotes para atar a todos los que invocan tu nombre.
Y en la vestidura y en su muslo tiene un nombre escrito: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.
Judas,° un siervo de Jesús el Mesías, y hermano de Jacobo,° a los llamados, amados° en Dios Padre y guardados para Jesús el Mesías.
Porque el que santifica y los que son santificados, son todos de Uno, por esta razón no se avergüenza de llamarlos hermanos,
quien nos salvó y nos llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según su propósito y la gracia que nos fue dada en Jesús el Mesías antes de los tiempos eternos;
pero, si me retraso, para que sepas cómo hay que comportarse en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios vivo, columna y baluarte° de la verdad.
Pablo, Silvano y Timoteo, a la iglesia de los tesalonicenses° en Dios nuestro Padre y en el Señor Jesús, el Mesías:
Pablo, Silvano y Timoteo, a la iglesia de los tesalonicenses° en Dios Padre y en el Señor Jesús, el Mesías: Gracia a vosotros, y paz.°
para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua con la palabra,
Pablo, un apóstol° de Jesús el Mesías por voluntad de Dios, y el hermano Timoteo, a la iglesia de Dios que está en Corinto,° junto con todos los santos que estáis° en toda Acaya:
para nosotros, sin embargo, hay un solo Dios: el Padre, de quien proceden todas las cosas, y nosotros somos para Él; y un solo Señor: Jesús el Mesías, por medio de quien son todas las cosas, y nosotros por medio de Él.
Porque no hay diferencia ni de judío ni de griego, porque el mismo Señor de todos es rico para todos los que lo invocan.
la justicia divina mediante la fe de° Jesús el Mesías,° para todos los que creen (porque no hay distinción alguna,
Ahora pues, ¿qué esperas? ¡Levántate y bautízate y lava tus pecados invocando su nombre!
y nada° discriminó entre nosotros y ellos, purificando por la fe sus corazones.
Él° envió palabra a los hijos de Israel, proclamando la paz por medio de Jesús el Mesías, quien es Señor de todos.
Y todos los oyentes estaban atónitos, y decían: ¿No es éste el que asolaba a los que invocan este nombre en Jerusalem, y a esto había venido acá, para llevarlos atados ante los principales sacerdotes?
Y de allí se desplazó hacia la montaña, al oriente de Bet-’El, y plantó su tienda, teniendo Bet-’El al occidente y Hai al oriente. Luego edificó allí un altar a YHVH e invocó el nombre de YHVH.
Y a Set también le nació un hijo, y llamó su nombre Enós. Entonces se empezó a invocar el nombre de YHVH.
Huye de las pasiones juveniles, sigue en pos° de la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón puro invocan al Señor.
Ananías respondió: Señor, he oído° de muchos acerca de este hombre, cuántos males ha hecho° a tus santos en Jerusalem.
Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas ayudan para bien, a los que son llamados conforme a su propósito.
Quiero pues que los varones oren° en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda.°
Sin embargo, el fundamento de Dios se mantiene firme, teniendo este sello: Conoció° el Señor a los que son suyos, y: Apártese de iniquidad todo el que pronuncia el nombre del Señor.