para que no haya división en el cuerpo, sino que todos los miembros se preocupen los unos por los otros.
1 Corintios 1:10 - La Biblia Textual 3a Edicion Os ruego pues hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesús, el Mesías, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis enteramente unidos en una misma mente y un mismo parecer. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer. Biblia Nueva Traducción Viviente Amados hermanos, les ruego por la autoridad de nuestro Señor Jesucristo que vivan en armonía los unos con los otros. Que no haya divisiones en la iglesia. Por el contrario, sean todos de un mismo parecer, unidos en pensamiento y propósito. Biblia Católica (Latinoamericana) Les ruego, hermanos, en nombre de Cristo Jesús, nuestro Señor, que se pongan todos de acuerdo y terminen con las divisiones, que encuentren un mismo modo de pensar y los mismos criterios. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Os ruego, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo que tengáis todos concordia y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis unidos en el mismo pensamiento y en el mismo parecer. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que todos habléis una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que seáis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer. Biblia Traducción en Lenguaje Actual Hermanos míos, yo les ruego, de parte de nuestro Señor Jesucristo, que se pongan todos de acuerdo y que no haya divisiones entre ustedes. Al contrario, vivan unidos y traten de ponerse de acuerdo en lo que piensan. Algunos de la familia de Cloe me dijeron que hay asuntos por los que ustedes están discutiendo mucho. |
para que no haya división en el cuerpo, sino que todos los miembros se preocupen los unos por los otros.
teniendo el mismo sentir los unos con los otros, no siendo altivos, sino asociándoos con los humildes.° No seáis sabios° en vuestra opinión;°
Por lo demás, hermanos, regocijaos, procurad vuestra perfección, consolaos,° tened un mismo sentir,° vivid en paz, y el Dios de amor y de paz estará con vosotros.
Cántico gradual. De David. ¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es Habitar los hermanos juntos en armonía!
Pues en primer lugar, cuando os reunís como iglesia,° ciertamente oigo que hay divisiones entre vosotros, y en parte lo creo.
Solamente que os comportéis° de una manera digna del evangelio del Mesías, para que, ya sea que vaya y os vea, ya sea que estando ausente, oiga acerca de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, unánimes, combatiendo juntos por la fe del evangelio;
Os ruego, hermanos, que pongáis atención a los que causan disensiones y tropiezos contra la doctrina que vosotros aprendisteis, y apartaos de ellos.
Así que, somos embajadores en nombre del Mesías, como si Dios rogara por medio de nosotros: °¡Rogamos en nombre del Mesías, reconciliaos con Dios!
Uno solo era el corazón y el alma de la multitud de los que creyeron,° y ni uno solo decía ser suyo propio algo de lo que poseía,° sino que tenían todas las cosas en común.°
y les daré un solo corazón y un solo camino, para que me teman todos los días, en bien suyo y de sus hijos después de ellos.
Yo en ellos y Tú en mí, para que sean perfeccionados en una unidad, para que el mundo conozca que Tú me enviaste, y los amaste a ellos como me amaste a mí.
que los tengáis en alta y amorosa estima a causa de su obra. Tened paz los unos con los otros.
Así que, hermanos, os exhorto por la gran misericordia° de Dios que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro servicio° racional.°
Amados, os ruego, como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma,
Requiérote solemnemente en presencia de Dios y de Jesús el Mesías, destinado a juzgar a los vivos y a los muertos en su aparición y en su reino:
Ahora yo, Pablo, os ruego por la mansedumbre y ternura del Mesías; yo, que en persona soy manso y apacible entre vosotros, pero ausente soy osado para con vosotros;
Nadie cose un remiendo° de tela nueva sobre un vestido viejo, de otra manera, el remiendo nuevo tira de lo viejo, y se hace una rotura peor.
Nadie pone un remiendo de paño nuevo sobre un vestido viejo, pues tal remiendo tira del vestido, y se hace una rotura peor.
Te encargo solemnemente delante de Dios y de Jesús el Mesías y de los° ángeles escogidos, que obedezcas estas normas sin prejuicio, no haciendo nada con parcialidad.
Pero con respecto a la venida° de Jesús el Mesías, nuestro Señor, y nuestra reunión con Él, os instamos, hermanos,
Hermanos, os ruego, sed como yo, porque yo también soy como vosotros; no me hicisteis ningún agravio.
Así pues nosotros, como colaboradores,° os rogamos que no recibáis en vano la gracia de Dios
Os ruego por nuestro Señor Jesús el Mesías y por el amor del Espíritu, que me ayudéis en las oraciones por mí ante Dios,
Entonces algunos de los fariseos decían: Este hombre no procede de Dios, pues no guarda el sábado. Otros decían: ¿Cómo puede un hombre pecador hacer tales señales? Y había división entre ellos.
Porque no quiero hermanos que ignoréis, que muchas veces me propuse ir a vosotros° para tener algún fruto, no sólo entre los demás gentiles, sino también entre vosotros, pero hasta ahora he sido impedido.
Porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Cloé, que hay contiendas entre vosotros.
Porque aún sois carnales, pues habiendo entre vosotros celos y contiendas,° ¿no sois carnales y andáis como humanos?
Por lo cual nos regocijamos de que nosotros seamos débiles y vosotros fuertes. Y esto pedimos: vuestra perfección.°
Y el Dios de toda gracia, que os llamó° a su gloria eterna en el Mesías,° después que padezcáis un poco de tiempo,° Él mismo os perfeccionará, afirmará, fortalecerá, establecerá.°
Llegaron pues a los hijos de Rubén, a los hijos de Gad y a la media tribu de Manasés, en tierra de Galaad, y les hablaron, diciendo: