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Lucas 13:14 - Biblia Arcas-Fernandez (Nuevo Testamento)

El jefe de la sinagoga, irritado porque Jesús había hecho una curación en día festivo, dijo a todos los presentes: - Seis días hay para trabajar. Venid uno de esos días a que os curen y no precisamente en día festivo.

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Biblia Reina Valera 1960

Pero el principal de la sinagoga, enojado de que Jesús hubiese sanado en el día de reposo, dijo a la gente: Seis días hay en que se debe trabajar; en estos, pues, venid y sed sanados, y no en día de reposo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

En cambio, el líder a cargo de la sinagoga se indignó de que Jesús la sanara en un día de descanso. «Hay seis días en la semana para trabajar —dijo a la multitud—. Vengan esos días para ser sanados, no el día de descanso».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Pero el presidente de la sinagoga se enojó porque Jesús había hecho esta curación en día sábado, y dijo a la gente: 'Hay seis días en los que se puede trabajar; vengan, pues, en esos días para que los sanen, pero no en día sábado.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Pero el principal de la sinagoga,° indignado porque Jesús había sanado° en un sábado, dijo a la multitud: Seis días hay en que se debe trabajar; en éstos, pues, venid y sed sanados, y no en el día del sábado.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

El jefe de la sinagoga, indignado porque Jesús había curado en sábado, dirigiéndose al pueblo, decía: 'Seis días hay a la semana para trabajar; venid, pues, en ellos para ser curados, pero no precisamente en sábado'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Pero el príncipe de la sinagoga respondió indignado porque Jesús había sanado en sábado, y dijo a la gente: Seis días hay en que se debe trabajar; en estos, pues, venid y sed sanados, y no en día de sábado.

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Otras versiones



Lucas 13:14
20 Referencias Cruzadas  

Los fariseos, al verlo, dijeron a Jesús: - Mira, tus discípulos hacen algo que no está permitido en día festivo.


El seguía a la orilla del agua, cuando llegó uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo, que, al ver a Jesús, se arrodilló a sus pies,


Ellos, sin embargo, llenos de furor, consultaban unos con otros qué podrían hacer contra Jesús.


Los maestros de la Ley y los fariseos, que estaban buscando un motivo para acusar a Jesús, se pusieron al acecho para ver si, a pesar de ser día festivo, curaba a aquel enfermo.


En esto llegó un hombre llamado Jairó, jefe de la sinagoga, el cual se puso de rodillas a los pies de Jesús rogándole que fuera a su casa,


y, después de la lectura de la Ley y los profetas, los jefes de la sinagoga les invitaron a intervenir: - Hermanos - les dijeron -, si tenéis algún mensaje que comunicar a los asistentes, podéis hablar ahora.


Agarraron entonces todos a una a Sóstenes, el jefe de la sinagoga, y le dieron de palos ante el mismo tribunal. Ante esto, Galión permaneció imperturbable, sin hacer ningún caso.


Por entonces, Crispo, el jefe de la sinagoga, creyó en Señor junto con toda su familia. También creyeron y se bautizaron muchos corintios que escucharon el mensaje.


Soy testigo de que buscan a Dios con ardor, pero a ciegas.