Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dijeron de él:'Ese tiene un demonio dentro'.
Juan 8:52 - Biblia Arcas-Fernandez (Nuevo Testamento) Al oír esto, los judíos le dijeron: - Ahora nos convencemos plenamente de que estás endemoniado. Abraham murió, los profetas murieron, y ahora vienes tú y dices: 'El que acepta mi mensaje jamás morirá.' Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Entonces los judíos le dijeron: Ahora conocemos que tienes demonio. Abraham murió, y los profetas; y tú dices: El que guarda mi palabra, nunca sufrirá muerte. Biblia Nueva Traducción Viviente —Ahora estamos convencidos de que estás poseído por un demonio —dijo la gente—. Hasta Abraham y los profetas murieron, pero tú dices: “¡El que obedezca mi enseñanza nunca morirá!”. Biblia Católica (Latinoamericana) Los judíos replicaron: 'Ahora sabemos que eres víctima de un mal espíritu. Abrahán murió y también los profetas, ¿y tú dices: 'Quien guarda mi palabra jamás probará la muerte'?' La Biblia Textual 3a Edicion Los judíos entonces le dijeron: Ahora sabemos que tienes demonio. Abraham murió, también los profetas; y tú dices: Si alguno guarda mi palabra, de ningún modo verá muerte eterna. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dijéronle los judíos: 'Ahora sí que estamos seguros de que estás endemoniado. Murió Abrahán y los profetas. Y tú dices: 'El que guarda mi palabra, no experimentará la muerte jamás'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces los judíos le dijeron: Ahora conocemos que tienes demonio. Abraham murió, y los profetas; y tú dices: El que guarda mi palabra, jamás probará muerte. |
Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dijeron de él:'Ese tiene un demonio dentro'.
Los judíos de Jerusalén enviaron una comisión de sacerdotes y levitas para preguntar a Juan quién era él. Su testimonio fue tajante y sin reservas: - Yo no soy el Mesías.
Judas, no el Iscariote, sino el otro, le preguntó: - Señor, ¿cuál es la razón de manifestarte sólo a nosotros y no a los que son del mundo?
Si pertenecierais al mundo, el mundo os amaría como cosa propia; pero no pertenecéis al mundo, pues yo os elegí y os saqué de él. Por eso, el mundo os odia.
He procurado que te conociesen aquellos que tú sacaste del mundo para confiármelos a mí. Eran tuyos; tú me los confiaste, y han obedecido tu mensaje.
La gente le contestó: - ¡Tú tienes un demonio dentro! ¿Quién intenta matarte?
Los judíos comentaban entre sí: - ¿Pensará suicidarse, y por eso dice: 'Vosotros no podéis ir a donde yo voy'?
Los judíos le contestaron: - Con razón decimos nosotros que eres samaritano y que tienes un demonio dentro.
En realidad no le conocéis; yo, en cambio, le conozco; y, si dijera que no le conozco, sería tan mentiroso como vosotros. Pero yo le conozco de veras y obedezco sus órdenes.
Los fariseos le llamaron por segunda vez y le dijeron: - Nosotros sabemos que ese hombre es pecador. Reconócelo tú también delante de Dios.
Todos éstos murieron sin haber recibido lo prometido, pero lo vieron con los ojos de la fe y lo saludaron de lejos, reconociendo así que eran extranjeros y gente de paso sobre la tierra.
pero, por otra parte, vemos que Jesús, a quien Dios hizo un poco inferior a los ángeles, ha sido coronado de gloria y honor por haber sufrido la muerte. Así, por benévola disposición divina, dio su vida en favor de todos .