Entonces dijo Jesús a aquel tropel de gente: - ¿Por qué habéis venido a arrestarme con espadas y palos, como si fuera un ladrón? Todos los días he estado entre vosotros enseñando en el templo, y no me habéis arrestado.
Juan 8:2 - Biblia Arcas-Fernandez (Nuevo Testamento) Por la mañana temprano volvió al templo, y toda la gente se reunió en torno a él. Se sentó y comenzó a enseñarles. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y por la mañana volvió al templo, y todo el pueblo vino a él; y sentado él, les enseñaba. Biblia Nueva Traducción Viviente pero muy temprano a la mañana siguiente, estaba de vuelta en el templo. Pronto se juntó una multitud, y él se sentó a enseñarles. Biblia Católica (Latinoamericana) Al amanecer estaba ya nuevamente en el Templo; toda la gente acudía a él, y él se sentaba para enseñarles. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero, al amanecer, se presentó de nuevo en el templo. Todo el pueblo acudía a él, y él, allí sentado, los instruía. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y por la mañana vino otra vez al templo, y todo el pueblo vino a Él; y sentándose, les enseñaba. |
Entonces dijo Jesús a aquel tropel de gente: - ¿Por qué habéis venido a arrestarme con espadas y palos, como si fuera un ladrón? Todos los días he estado entre vosotros enseñando en el templo, y no me habéis arrestado.
Jesús enseñaba en el templo durante el día, y por las noches se retiraba al monte llamado de los Olivos.
Cerró luego el libro, lo devolvió al ayudante de la sinagoga y se sentó. Todos los presentes le miraban atentamente,
y, subiendo a una de ellas, rogó al dueño, Simón, que la apartara un poco de la orilla. Luego se sentó en la barca, y desde allí estuvo enseñando a la gente.
Jesús les explicó: - Mi alimento es hacer la voluntad del que me ha enviado y llevar a cabo su obra de salvación.
Jesús hizo estas manifestaciones cuando estaba enseñando en el templo, en el lugar donde se encuentran los cofres destinados a recoger ofrendas. Pero nadie se atrevió a prenderle, porque todavía no había llegado su hora.
En esto, los maestros de la Ley y los fariseos se presentaron con una mujer que había sido sorprendida en adulterio. La pusieron en medio de todos
Obedecieron a estas palabras y muy de mañana se dirigieron al templo, donde empezaron a enseñar. Entre tanto, el sumo sacerdote y los de su partido llamaron a reunión al Consejo Supremo y al pleno de los dirigentes israelitas, y mandaron traer de la cárcel a los presos.