No debéis juzgar según las apariencias; debéis juzgar con rectitud.
No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio.
Miren más allá de la superficie, para poder juzgar correctamente.
No juzguen por las apariencias, sino juzguen lo que es justo.
No juzguéis por apariencias, sino juzgad con justo juicio.
¡No juzguéis por las apariencias, sino juzgad con criterio recto!'.
No juzguéis según la apariencia, mas juzgad justo juicio.
Así las cosas, entre los que vivían en Jerusalén se comentaba: - ¿No es éste el hombre al que desean matar?
Vosotros juzgáis con criterios mundanos. Yo no quiero juzgar a nadie,
Sólo valoráis las apariencias. Si alguno se precia de ser cristiano, recapacite, una vez más, que yo lo soy tanto como él.
Hermanos míos, que vuestra fe en Jesucristo glorificado no se eche a perder con favoritismos.
¿no estáis actuando con parcialidad y convirtiéndoos en jueces con criterios perversos?
Pero, si os dejáis llevar de favoritismos, cometéis pecado y la Ley os acusa como transgresores.