Vosotros debéis orar así: Padre nuestro, que estás en los cielos; santificado sea tu nombre.
Juan 7:18 - Biblia Arcas-Fernandez (Nuevo Testamento) El que habla por su cuenta, lo que va buscando es su propio honor. En cambio, quien solamente busca el honor de aquel que le envió, es un hombre sincero, no hay falsedad en él. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 El que habla por su propia cuenta, su propia gloria busca; pero el que busca la gloria del que le envió, este es verdadero, y no hay en él injusticia. Biblia Nueva Traducción Viviente Los que hablan por su propia cuenta buscan su propia gloria, pero el que busca honrar a quien lo envió, habla con la verdad, no con mentiras. Biblia Católica (Latinoamericana) El que habla en nombre propio busca su propia gloria. Pero el que busca la gloria del que lo ha enviado, ése es un hombre sin maldad y que dice la verdad. La Biblia Textual 3a Edicion El que habla de sí mismo busca su propia gloria; pero el que busca la gloria del que lo envió, éste es veraz y en Él no hay injusticia. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El que habla por su cuenta busca su propia gloria; pero el que busca la gloria del que lo ha enviado, ése es sincero y no hay en él falsía alguna. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El que habla de sí mismo, su propia gloria busca; pero el que busca la gloria del que le envió, Éste es verdadero, y no hay injusticia en Él. |
Vosotros debéis orar así: Padre nuestro, que estás en los cielos; santificado sea tu nombre.
Jesús, al saberlo, dijo: - Esta enfermedad no terminará en la muerte, sino que tiene como finalidad manifestar la gloria de Dios; por medio de ella resplandecerá la gloria del Hijo de Dios.
Padre, glorifica tu nombre. Entonces se oyó una voz venida del cielo: - Ya lo he glorificado y volveré a glorificarlo.
Apreciaban más tener una buena reputación ante los hombres, que tenerla ante Dios.
Jesús respondió: - Si yo me alabara a mí mismo, mi alabanza carecería de valor. Pero el que me alaba es mi Padre; el mismo de quien vosotros decís que es vuestro Dios.
Como tampoco hemos corrido en busca de glorias humanas, vengan de vosotros o de otros cualesquiera.
El que habla, que comunique palabra de Dios. El que presta un servicio, hágalo consciente de que es Dios quien le da las fuerzas. Así, en todo lo que hagáis, Dios resultará glorificado por medio de Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el poder para siempre. Amén.
Sabéis que Jesucristo es santo. Por eso debéis saber también que todo el que vive rectamente es hijo de Dios.