Juan 6:9 - Biblia Arcas-Fernandez (Nuevo Testamento) - Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero ¿qué es esto para tanta gente? Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; mas ¿qué es esto para tantos? Biblia Nueva Traducción Viviente «Aquí hay un muchachito que tiene cinco panes de cebada y dos pescados. ¿Pero de qué sirven ante esta enorme multitud?». Biblia Católica (Latinoamericana) Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos pescados. Pero, ¿qué es esto para tanta gente? La Biblia Textual 3a Edicion Aquí está un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos, pero, ¿qué es esto para tantos? Biblia Serafín de Ausejo 1975 'Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero ¿qué es esto para tanta gente?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Un muchacho está aquí que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; pero ¿qué es esto entre tantos? |
¿Aún no sois capaces de entender? ¿Ya no recordáis los cinco panes repartidos entre las cinco mil personas y cuántos cestos recogisteis?
Jesús les encargó: - Mirad a ver cuántos panes tenéis. Después de comprobarlo, le dijeron: - Cinco panes y dos peces.
¿Ya no os acordáis de cuando repartí cinco panes entre cinco mil personas? ¿Cuántos cestos llenos de trozos sobrantes recogisteis? Le contestaron: - Doce.
Jesús les contestó: - Dadles de comer vosotros mismos. Ellos dijeron: - Nosotros no tenemos más que cinco panes y dos peces, a menos que vayamos y compremos comida para todos.
Marta dijo a Jesús: - Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano.
María llegó al lugar donde estaba Jesús, se arrojó a sus pies y exclamó: - Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano.
Jesús, por su parte, se acercó, tomó el pan en sus manos y se lo repartió; lo mismo hizo con los peces.
Cuando llegaron a tierra vieron un buen rescoldo de brasas, con un pescado sobre ellas, y pan.
Jesús tomó los panes y, después de dar gracias a Dios, los distribuyó entre todos. Hizo lo mismo con los peces, y les dio todo lo que quisieron.
Felipe le respondió: - Aunque se gastase uno el salario de medio año, no alcanzaría para que toda esta gente probase un bocado.
Ya conocéis cuál fue la generosidad de nuestro Señor Jesucristo: él era rico, pero se hizo pobre por vosotros, a fin de enriqueceros con su pobreza .
Emergiendo de entre los cuatro seres vivientes, una especie de voz proclamaba: - Por un kilo de trigo, el jornal de un día; por tres kilos de cebada, el jornal de un día; respetad, sin embargo, el aceite y el vino.