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Juan 3:18 - Biblia Arcas-Fernandez (Nuevo Testamento)

El que cree en el Hijo no será condenado; en cambio, el que no cree en él, ya está condenado, por no haber creído en el Hijo único de Dios.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

»No hay condenación para todo el que cree en él, pero todo el que no cree en él ya ha sido condenado por no haber creído en el único Hijo de Dios.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Para quien cree en él no hay juicio. En cambio, el que no cree ya se ha condenado, por el hecho de no creer en el Nombre del Hijo único de Dios.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Quien cree en Él, no es juzgado; el que no cree, ya ha sido juzgado, porque no ha creído en el nombre del Unigénito Hijo de Dios.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

El que cree en él no se condena; pero el que no cree ya está condenado, por no haber creído en el nombre del Hijo único de Dios.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

El que en Él cree, no es condenado, pero el que no cree, ya es condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.

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Otras versiones



Juan 3:18
19 Referencias Cruzadas  

El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, será condenado.


pero a cuantos le recibieron y creyeron en él les concedió el llegar a ser hijos de Dios.


A Dios nadie le vio jamás; el Hijo único, que es Dios y vive en íntima unión con el Padre, nos le ha dado a conocer.


Estos han sido narrados para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida eterna en él.


Tanto amó Dios al mundo, que no dudó en entregarle a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna.


El que cree en el Hijo, tiene vida eterna; pero quien no le acepta, no tendrá esa vida; está bajo el peso de la ira de Dios.


Yo os aseguro que el que acepta mi palabra y cree en el que ha enviado, tiene vida eterna; no será condenado, sino que ha pasado ya de la muerte a la vida.


Mi Padre quiere que todos los que van al Hijo y crean en él, tengan vida eterna; yo, por mi parte, los resucitaré en el último día.


Os aseguro que quien cree, tiene vida eterna.


Restablecidos, pues, en la amistad divina por medio de la fe, Jesucristo nuestro Señor nos mantiene en paz con Dios.


Ahora, pues, ninguna condena pesa ya sobre aquellos que están injertados en Cristo Jesús.


¿Quién se atreverá a condenarnos? ¡Cristo Jesús es quien murió; más aún, resucitó y está al lado de Dios, en el lugar de honor intercediendo por nosotros!


Estad, pues, atentos a no rechazar la voz del Señor. Si los que rechazaron a quien hablaba desde la tierra no escaparon al castigo, ¿qué sucederá con nosotros, si volvemos la espalda a quien nos habla desde el cielo?


Siendo esto así, ¿cómo podremos salir nosotros bien parados, si desdeñamos una salvación de tanto valor? Me refiero a la salvación que comenzó siendo anunciada por el Señor, que nos han confirmado quienes la escucharon,


Vemos así con toda claridad que no pudieron entrar por falta de fe.


Y éste es su mandamiento: que creamos en su Hijo Jesucristo y que nos amemos unos a otros conforme al precepto que él nos dio.


Y Dios nos ha demostrado que nos ama enviando a su Hijo único al mundo para que tengamos vida por medio de él.


Por eso, si creemos en el Hijo de Dios, es que hemos aceptado el testimonio de Dios. Pero quien no se fía de Dios ni presta crédito al testimonio que él ha dado en favor de su Hijo, está acusando a Dios de mentiroso.


Quien vive unido al Hijo, tiene la vida; quien no vive unido al Hijo de Dios, no tiene la vida.