Tú, Belén de Judá, no eres la menor entre las ciudades importantes de Judá, pues de ti saldrá un caudillo que guiará a mi pueblo Israel.
Juan 21:16 - Biblia Arcas-Fernandez (Nuevo Testamento) Jesús volvió a preguntarle: - Simón, hijo de Juan, ¿me amas? Pedro respondió: - Sí, Señor, tú sabes que te amo. Jesús le dijo: - Cuida de mis ovejas. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas. Biblia Nueva Traducción Viviente Jesús repitió la pregunta: —Simón, hijo de Juan, ¿me amas? —Sí, Señor —dijo Pedro—, tú sabes que te quiero. —Entonces, cuida de mis ovejas —dijo Jesús. Biblia Católica (Latinoamericana) Le preguntó por segunda vez: 'Simón, hijo de Juan, ¿me amas?' Pedro volvió a contestar: 'Sí, Señor, tú sabes que te quiero. Jesús le dijo: 'Cuida de mis ovejas. La Biblia Textual 3a Edicion De nuevo le dice por segunda vez: Simón, hijo de Juan, ¿me amas? Le dice: Sí, Señor, Tú sabes que te quiero. Le dice: Pastorea mis ovejitas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Vuelve a preguntarle por segunda vez: 'Simón, hijo de Juan, ¿me amas?'. Le responde: 'Sí, Señor; tú sabes que te quiero'. Él le contesta: 'Sé pastor de mis ovejas'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Vuelve a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Apacienta mis ovejas. |
Tú, Belén de Judá, no eres la menor entre las ciudades importantes de Judá, pues de ti saldrá un caudillo que guiará a mi pueblo Israel.
Todas las naciones del mundo serán reunidas en su presencia, y él separará a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los machos cabríos,
Pero la portera se fijó en Pedro y le preguntó: - ¿No eres tú de los discípulos de ese hombre? Pedro contestó: - No, no lo soy.
Entre tanto, Simón Pedro seguía en pie junto a la hoguera, calentándose. Alguien le preguntó: - ¿No eres tú uno de los discípulos de ese hombre? Pedro lo negó: - No, no lo soy.
Por tercera vez le preguntó Jesús: - Simón, hijo de Juan, ¿me amas? Pedro se entristeció al oír que le preguntaba por tercera vez si le amaba, y contestó: - Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te amo. Entonces Jesús le dijo: - Apacienta mis ovejas.
Ciudad de vosotros mismos y de todo el rebaño sobre el que os ha puesto el Espíritu Santo como vigilantes. Pastoread la iglesia que el Señor adquirió con el sacrificio de su propia vida.
Que el Dios de la paz, el que resucitó a nuestro Señor Jesucristo y le constituyó supremo Pastor del rebaño en virtud de la sangre con que ha quedado sellada una alianza eterna,
Y antes andabais como ovejas descarriadas, pero ahora habéis vuelto al que es pastor y guardián de vuestras vidas.
a que no dejéis de apacentar el rebaño de Dios confiado a vuestro cargo. Velad sobre él, no a la fuerza o por una rastrera ganancia, sino gustosamente y con generosidad, como Dios quiere;
El Cordero que está en medio del trono será su pastor, los conducirá a manantiales de aguas vivas, y Dios mismo enjugará toda lágrima de sus ojos.