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Juan 2:6 - Biblia Arcas-Fernandez (Nuevo Testamento)

Había allí seis tinajas de piedra, de las que utilizaban los judíos para sus ritos purificatorios, de unos cien litros cada una.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Y estaban allí seis tinajas de piedra para agua, conforme al rito de la purificación de los judíos, en cada una de las cuales cabían dos o tres cántaros.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Cerca de allí había seis tinajas de piedra, que se usaban para el lavado ceremonial de los judíos. Cada tinaja tenía una capacidad de entre setenta y cinco a ciento trece litros.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Había allí seis recipientes de piedra, de los que usan los judíos para sus purificaciones, de unos cien litros de capacidad cada uno.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y había allí seis tinajas pétreas asentadas° conforme a la purificación° de los judíos, cada una con capacidad de dos o tres metretas.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Había allí seis tinajas de piedra dispuestas para las purificaciones de los judíos, de dos o tres medidas cada una.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y estaban allí seis tinajas de piedra para agua, conforme a la purificación de los judíos, y en cada una cabían dos o tres cántaros.

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Otras versiones



Juan 2:6
9 Referencias Cruzadas  

Le contestó: 'Cien barriles de aceite.' Y él le dijo: 'Pues mira, toma tus recibos y apunta sólo cincuenta.'


Jesús dijo a los que servían: - Llenad las tinajas de agua. Y las llenaron hasta arriba.


Algunos de los seguidores de Juan se pusieron a discutir con un judío acerca de los ritos purificatorios.


a fin de consagrarla a Dios, purificándola por medio del agua y por la palabra.


Acerquémonos, pues, a Dios con un corazón sincero y lleno de fe; acerquémonos con una conciencia limpia de pecado y con el cuerpo bañado en agua pura.


la doctrina sobre los ritos bautismales y la imposición de las manos, la resurrección de los muertos y el juicio que decidirá de nuestro destino eterno.


Eran simplemente alimentos, bebidas o ritos purificatorios diversos, observancias todas ellas exteriores y válidas únicamente hasta que Dios instaurase el nuevo orden de cosas.


En efecto, cuando Moisés terminó de explicar a todo el pueblo el contenido de la Ley, tomó sangre de los toros y los machos cabríos, la mezcló con agua y, valiéndose de un poco de lana roja y de una rama de hisopo, roció con ella el libro de la Ley y a todo el pueblo,