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Juan 19:4 - Biblia Arcas-Fernandez (Nuevo Testamento)

Pilato salió una vez más y les dijo: - Escuchad, os lo voy a presentar de nuevo para que quede bien claro que no encuentro razón alguna para condenar a muerte a este hombre.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Entonces Pilato salió otra vez, y les dijo: Mirad, os lo traigo fuera, para que entendáis que ningún delito hallo en él.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Pilato volvió a salir y le dijo al pueblo: «Ahora lo voy a traer, pero que quede bien claro que yo no lo encuentro culpable de nada».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Pilato volvió a salir y les dijo: 'Miren, se lo traigo de nuevo fuera; sepan que no encuentro ningún delito en él.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Otra vez salió Pilato, y les dice: Mirad, os lo traigo fuera para que sepáis que ningún delito hallo en él.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Pilato salio de nuevo fuera y dice a los judíos: 'Mirad; os lo traigo fuera, para que sepáis que no encuentro en él ningún delito'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Entonces Pilato salió otra vez, y les dijo: He aquí, os lo traigo fuera, para que entendáis que ninguna falta hallo en Él.

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Otras versiones



Juan 19:4
16 Referencias Cruzadas  

Mientras el gobernador estaba sentado en el tribunal, su mujer le envió este recado: - Ese hombre es inocente. No te hagas responsable de lo que le suceda. Esta noche he tenido pesadillas horribles por causa suya.


Pilato, al ver que nada adelantaba, sino que el alboroto crecía por momentos, mandó que le trajeran agua, y se lavó las manos en presencia de todos, proclamando: - ¡Yo no soy responsable de la muerte de este hombre! ¡Allá vosotros!


Les dijo: - ¡Yo tengo la culpa de que muera un hombre inocente! Ellos le contestaron: - Eso es asunto tuyo y no nuestro.


El oficial del ejército romano y los que estaban con él vigilando a Jesús, al ver el terremoto y todo lo que estaba sucediendo, exclamaron sobrecogidos de espanto: - ¡Verdaderamente, éste era Hijo de Dios!


Pilato dijo a los jefes de los sacerdotes y a todos los presentes: - En este hombre no encuentro ninguna culpa.


Nosotros estamos pagando ahora los crímenes que hemos cometido, pero éste no ha hecho nada malo.


Cuando el oficial del ejército romano vio lo que estaba pasando, alabó a Dios y dijo: - Seguro que este hombre era inocente!


Entonces, Pilato volvió a entrar en su palacio, mandó traer a Jesús y le preguntó: - ¿Eres tú el rey de los judíos?


Pilato repuso: - ¡La verdad! ¿Qué es la verdad? Una vez oída la declaración de Jesús, Pilato salió de nuevo y dijo a los judíos: - Yo no encuentro delito alguno en este hombre.


Los jefes de los sacerdotes y sus esbirros, al verle, comenzaron a gritar: - ¡Crucifícale! ¡Crucifícale! Pilato insistió: - Tomadle vosotros y crucificadle; yo no encuentro delito alguno en él.


Cristo fue del todo inocente; más, por nosotros, Dios le trató como al propio pecado, para que por medio de él experimentemos nosotros la fuerza salvadora de Dios.


Un sumo sacerdote así era el que nosotros necesitábamos: santo, inocente , incontaminado, a cubierto de toda promiscuidad con los pecadores y encumbrado hasta lo más alto de los cielos.


sino con la sangre de Cristo; una sangre preciosa, como cordero sin mancha y sin tacha.


Cristo 'no cometió pecado, ni se encontró mentira en sus labios'.


También Cristo murió por los pecados, una vez por todas, el inocente por los culpables, para conducirnos a Dios. Como mortal, sufrió la muerte; como espiritual fue devuelto a la vida.


Y sabéis que Jesucristo, estando limpio de pecado, vino a borrar nuestros pecados.