Mi Padre lo ha puesto todo en mis manos. Nadie sabe quién es el Hijo, sino el Padre; y nadie sabe quién es el Padre, sino el Hijo y aquellos a quienes el Hijo quiera revelárselo.
Juan 17:2 - Biblia Arcas-Fernandez (Nuevo Testamento) Tú le diste autoridad sobre todos los hombres; que él dé ahora la vida eterna a todos los que tú le has confiado. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 como le has dado potestad sobre toda carne, para que dé vida eterna a todos los que le diste. Biblia Nueva Traducción Viviente Pues le has dado a tu Hijo autoridad sobre todo ser humano. Él da vida eterna a cada uno de los que tú le has dado. Biblia Católica (Latinoamericana) Tú le diste poder sobre todos los mortales y quieres que comunique la vida eterna a todos aquellos que le encomendaste. La Biblia Textual 3a Edicion así como le diste potestad sobre toda carne, para que a todos los que le diste, a ésos les dé vida eterna. Biblia Serafín de Ausejo 1975 ya que le diste autoridad sobre todos los hombres, para que él diera vida eterna a todos los que tú le has dado. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Como le has dado potestad sobre toda carne, para que dé vida eterna a todos los que le diste. |
Mi Padre lo ha puesto todo en mis manos. Nadie sabe quién es el Hijo, sino el Padre; y nadie sabe quién es el Padre, sino el Hijo y aquellos a quienes el Hijo quiera revelárselo.
De manera que éstos irán al castigo eterno; en cambio, los justos irán a la vida eterna.
Jesús se acercó y les dijo: - Dios me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra.
Padre, es mi deseo que todos éstos que tú me has confiado lleguen a estar conmigo donde esté yo, para que gocen contemplando mi gloria, la gloria que tú me diste, porque ya me amabas antes que el mundo existiese.
He procurado que te conociesen aquellos que tú sacaste del mundo para confiármelos a mí. Eran tuyos; tú me los confiaste, y han obedecido tu mensaje.
Yo te ruego por ellos. No te ruego por los del mundo, sino por los que tú me confiaste, ya que a ti te pertenecen.
en cambio, el que beba del agua que yo quiero darle, nunca más volverá a tener sed. Porque el agua que yo quiero darle se convertirá en su interior en un manantial capaz de dar vida eterna.
¡Ojalá no os preocupase tanto el alimento transitorio y os esforzaseis por conseguir el duradero, el que da vida eterna! Este es el alimento que os dará el Hijo del hombre, a quien Dios Padre ha acreditado con el sello de su autoridad.
Todo aquel que el Padre me confía vendrá a mí, y yo nunca rechazaré al que venga a mí.
Y lo que el Padre desea es que yo no pierda a ninguno de los que él me ha confiado, sino que los resucite en el último día.
Porque el salario que ofrece el pecado es la muerte, mientras que Dios ofrece como regalo la vida eterna por medio de Cristo Jesús, Señor nuestro.
Mientras tanto, es preciso que Cristo reine hasta que Dios ponga a todos sus enemigos debajo de sus pies.
Es el poder que Dios desplegó en Cristo al resucitarle y sentarle a su lado en el cielo, en el lugar de honor,
para que todos los seres, en el cielo, en la tierra y en los abismos, caigan de rodillas ante el nombre de Jesús,
Precisamente por eso, Dios me ha tratado con misericordia y Cristo Jesús ha volcado en mí toda su generosidad, para ejemplo de aquellos que por creer en él alcanzarán la vida eterna.
Ahora, llegada la etapa final, nos ha hablado por medio de su Hijo, a quien constituyó heredero de todas las cosas y por quien trajo el universo a la existencia.
que, ascendido al cielo, comparte el poder soberano de Dios y tiene bajo bajo su autoridad a todas las potencias celestiales.
Sabemos, en fin, que el Hijo de Dios ha venido y ha iluminado nuestras mentes para que conozcamos al verdadero. Con él estamos unidos mediante su Hijo Jesucristo, que es Dios verdadero y vida eterna.
Así que vosotros, queridos hermanos, haced de una fe tan santa como la vuestra el firme cimiento de vuestra vida cristiana. Suplicad el apoyo del Espíritu Santo