Pero él les dijo: - Muchas obras buenas he hecho ante vosotros en virtud del poder que he recibido de mi Padre; ¿por cuál de ellas queréis apedrearme?
Juan 10:25 - Biblia Arcas-Fernandez (Nuevo Testamento) Jesús les respondió: - Os lo he dicho con toda claridad y no me habéis creído. Tenéis ante vuestros ojos mis credenciales: las obras que yo hago por la autoridad recibida de mi Padre. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Jesús les respondió: Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de mí; Biblia Nueva Traducción Viviente Jesús les contestó: —Yo ya les dije, y ustedes no me creen. La prueba es la obra que hago en nombre de mi Padre, Biblia Católica (Latinoamericana) Jesús les respondió: 'Ya se lo he dicho, pero ustedes no creen. Las obras que hago en el nombre de mi Padre manifiestan quién soy yo, La Biblia Textual 3a Edicion Jesús les respondió: Os lo dije, y no creéis. Las obras que Yo hago en el nombre de mi Padre, éstas dan testimonio de mí; Biblia Serafín de Ausejo 1975 Jesús les respondió: 'Ya os lo he dicho, pero no queréis creerlo: las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ésas dan testimonio de mí. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Jesús les respondió: Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de mí; |
Pero él les dijo: - Muchas obras buenas he hecho ante vosotros en virtud del poder que he recibido de mi Padre; ¿por cuál de ellas queréis apedrearme?
pero, si las realizo, fiaos de ellas, aunque no queráis fiaros de mí. De este modo podréis reconocer que el Padre está en mí, y yo en el Padre
Entonces, los jefes de los sacerdotes y los fariseos convocaron una reunión urgente del Consejo Supremo. Allí se dijeron: - Es necesario tomar alguna medida. Este hombre está haciendo cosas sorprendentes.
A pesar de que habían visto con sus propios ojos los grandes milagros que Jesús había hecho, no creían en él.
¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo os he enseñado no ha sido por mi propia cuenta. Es el Padre, que vive en mí, el que está realizando su obra salvadora.
Jesús hizo en presencia de sus discípulos muchos más milagros de los que han sido recogidos en este libro.
Una noche fue a ver a Jesús y le dijo: - Maestro, sabemos que Dios te ha enviado para enseñarnos; nadie, en efecto, puede realizar los milagros que tú haces si Dios no está con él.
Muchos creyeron en él, pues se decían: - Cuando venga el Mesías, ¿hará acaso, milagros mayores que los que éste hace?
Jesús de nuevo les dijo: - Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no caminará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
Por eso os he dicho que moriréis en vuestros pecados. Porque, si no creéis que 'yo soy el que soy', moriréis en vuestros pecados.
Abraham, vuestro padre, se alegró sólo con el pensamiento de que iba a ver el día de mi venida; y lo vio y se alegró.
Jesús les respondió: - Os aseguro que antes que Abraham naciera, existo yo.
De cómo Dios ungió a Jesús de Nazaret con el Espíritu Santo y le llenó de poder; de cómo Jesús pasó por todas partes haciendo el bien y curando a todos los que padecían oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.
Israelitas - continuó Pedro - escuchad esto: Jesús de Nazaret fue el hombre a quien Dios avaló ante vosotros, realizando ante vuestros propios ojos, como bien sabéis, milagros, prodigios y señales.
Siendo esto así, ¿cómo podremos salir nosotros bien parados, si desdeñamos una salvación de tanto valor? Me refiero a la salvación que comenzó siendo anunciada por el Señor, que nos han confirmado quienes la escucharon,