Por aquellos días llegó Jesús procedente de Galilea para que Juan le bautizara en el Jordán.
Juan 1:31 - Biblia Arcas-Fernandez (Nuevo Testamento) Ni yo mismo sabía quién era, pero Dios me encomendó bautizar precisamente para que él tenga ocasión de darse a conocer a Israel. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y yo no le conocía; mas para que fuese manifestado a Israel, por esto vine yo bautizando con agua. Biblia Nueva Traducción Viviente No lo reconocí como el Mesías, aunque estuve bautizando con agua para que él fuera revelado a Israel». Biblia Católica (Latinoamericana) Yo no lo conocía, pero mi bautismo con agua y mi venida misma eran para él, para que se diera a conocer a Israel. La Biblia Textual 3a Edicion Y yo no lo conocía, pero para que Él fuera manifestado a Israel, por eso vine yo bautizando en agua. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ni yo mismo lo conocía. Pero a fin de que él fuera manifestado a Israel, por eso vine yo a bautizar con agua'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y yo no le conocía; mas para que fuese manifestado a Israel, por eso vine yo bautizando en agua. |
Por aquellos días llegó Jesús procedente de Galilea para que Juan le bautizara en el Jordán.
Dotado del mismo espíritu y poder de Elías, será el precursor del Señor, moverá a los padres a reconciliarse con los hijos y hará que los rebeldes se vuelvan modelos de irreprensible sensatez. De este modo preparará un pueblo bien dispuesto a recibir al Señor.
A éste me refería yo cuando dije: 'Detrás de mí viene uno que es superior a mí, porque él ya existía antes que yo.'
Y Juan prosiguió: - He visto que el Espíritu bajaba del cielo como una paloma y permanecía sobre él.
Ni yo mismo sabía quién era, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: 'Aquel sobre quien veas que baja el Espíritu y permanece sobre él, ése es quien ha de bautizar con Espíritu Santo.'
Vino como testigo, para dar testimonio de la luz, a fin de que todos creyeran por medio de él.
Pablo les explicó: - Juan bautizaba como señal de conversión, e invitaba a la gente a creer en el que había de venir después de él, es decir, en Jesús.